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Afro-Mexico After the Revolution - Finding Afro-Mexico: Race and Nation after the Revolution. By Theodore W. Cohen. New York: Cambridge University Press, 2019. Pp. viii, 335. Abbreviations. Illustrations. Notes. Bibliography. Index. $94.92 cloth; $29.99 paper.

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Finding Afro-Mexico: Race and Nation after the Revolution. By Theodore W. Cohen. New York: Cambridge University Press, 2019. Pp. viii, 335. Abbreviations. Illustrations. Notes. Bibliography. Index. $94.92 cloth; $29.99 paper.

Published online by Cambridge University Press:  25 October 2022

Jacqueline Alvarez-Rosales*
Affiliation:
Spelman College Atlanta, Georgia jalvarez@spelman.edu
Rights & Permissions [Opens in a new window]

Abstract

Type
Book Review
Copyright
Copyright © The Author(s), 2022. Published by Cambridge University Press on behalf of Academy of American Franciscan History

Este libro es una valiosa contribución a los estudios de la diáspora africana en Latinoamérica no sólo por su rigurosa investigación, sino también por su apertura a futuras investigaciones. Cohen enfoca su estudio en intelectuales y artistas mexicanos que definen lo afromexicano a través de la recuperación y visibilización de la expresión afro en el arte, la música, la antropología, la etnomusicología, y la poesía después de la Revolución Mexicana de 1910. Estos intelectuales postrevolucionarios, productores culturales y políticos, buscaban articular una visión global y un proyecto ideológico más allá del discurso de nación mestiza y de los paradigmas de homogeneidad racial y mestizaje característicos del discurso de construcción de lo nacional de finales del siglo XIX. La construcción de una imagen nacional, no así de identidad nacional, parte y se fortalece por dinámicas de visibilización e invisibilización de ciertos grupos, y la contribución de este grupo de intelectuales y artistas recae precisamente en visibilizar lo invisibilizado, es decir, visibilizar a la población negra después de la Revolución y contribuir a la formación de una consciencia diaspórica.

El libro de Cohen está dividido en dos partes; la primera, de tres capítulos, cubre los años de 1810 a 1940; y la segunda, de cuatro, recorre los años de 1940 a 2015, año en que el último censo mexicano incluye por primera vez la opción del autoreconocimiento de las comunidades afromexicanas. Varias son las contribuciones a los estudios de la diáspora africana, entre ellas su interdisciplinaridad. Cohen analiza extensivamente, y en detalle, el trabajo de los antropólogos Gonzalo Aguirre Beltrán y Manuel Gamio, del pintor Miguel Covarrubias, del compositor Gerónimo Baqueiro, del escritor Francisco Rivera, y del historiador José Mancisidor dentro de un proyecto intelectual común por rastrear los remanentes y manifestaciones culturales y sociales de la población afro-mexicana postrevolucionaria.

Otra contribución importante es la conexión transnacional con países de cercanía geográfica como Estados Unidos y Cuba. El enfoque transnacional de Cohen traza lazos entre la influencia de intelectuales y artistas americanos como W. E. B. Dubois, Langston Hughes, y la bailarina norteamericana Katherine Dunham, además del nacionalismo negro, con las manifestaciones afromexicanas. El enfoque en el período postcolonial y en la historia intelectual sobre la población afro es otra contribución de Cohen, una contribución por demás valiosa si se considera que la atención dentro de los proyectos de construcción nacional de la postrevolución priorizó a la población indígena. De la misma forma, Cohen se aparta del discurso del mestizaje formulado en La raza cósmica de Vasconcelos y fortalecido por políticas sociales y culturales de fines del siglo XIX y principios del XX. Vasconcelos es leído por Cohen dentro de su propio contexto histórico, es decir, como producto de su época. Vasconcelos se constituye así en punto de referencia, pero no así de dirección o enfoque.

El libro genera también interrogantes y futuros espacios de investigación sobre conexiones transnacionales. Aunque existen comonalidades en la formación racial entre México, Estados Unidos, y Cuba, existen también importantes diferencias. La cercanía geográfica no significa una cercanía histórica ni cultural. Aunque Veracruz está vinculado al Caribe cultural y comercialmente, estados como Oaxaca, de mayoría indígena, no lo está, y existe la necesidad de tomar otro tipo de elementos para trazar conexiones transnacionales. La experiencia de la diáspora africana surge de forma diferentes en estas tres naciones, así como las dinámicas raciales y la formación de los Estados-Nación. En otras palabras, la Revolución Mexicana de 1910 tiene un eco quizá mayor en el Sur.

Existe de esta forma la necesidad de una mirada al sur y la importancia de considerar elementos diferentes tales como las manifestaciones afro influídas por la cultura indígena y viceversa, las revoluciones agrarias y culturales, y los proyectos nacionales de homogenización racial similares en las naciones del hemisferio sur. Otro espacio para nuevas investigaciones es el papel de activistas, colectivos, y organizaciones afro en el proceso de su autodefinición, de la creación de su propia identidad. En otras palabras, y como el mismo autor ha observado, existe una necesidad de conectar la historia cultural e intelectual de Afro-Mexico con una historia social y de activismo.