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The Hispanic-Mapuche Parlamentos: Interethnic Geo-Politics and Concessionary Spaces in Colonial America. JOSÉ MANUEL ZAVALA, TOM D. DILLEHAY, and GERTRUDIS PAYÀS, editors. 2020. Springer, Cham, Switzerland. x + 227 pp. $89.00 (hardcover), ISBN 978-3-030-23017-3.

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The Hispanic-Mapuche Parlamentos: Interethnic Geo-Politics and Concessionary Spaces in Colonial America. JOSÉ MANUEL ZAVALA, TOM D. DILLEHAY, and GERTRUDIS PAYÀS, editors. 2020. Springer, Cham, Switzerland. x + 227 pp. $89.00 (hardcover), ISBN 978-3-030-23017-3.

Published online by Cambridge University Press:  23 September 2020

Luciano Literas*
Affiliation:
Universidad de Buenos Aires
Rights & Permissions [Opens in a new window]

Abstract

Type
Review
Copyright
Copyright © The Author(s), 2020. Published by Cambridge University Press on behalf of the Society for American Archaeology

La obra editada por José Manuel Zavala, Tom D. Dillehay y Gertrudis Payàs alude a un tema que en las últimas décadas ha merecido creciente atención: los parlamentos entre indígenas e hispanos en las fronteras. El libro se concentra específicamente en los parlamentos celebrados en la Araucanía entre mapuches y españoles, durante el periodo colonial, a partir de una definición clara y sugerente: fueron instituciones no sólo dirigidas a la negociación de acuerdos y la elaboración de tratados de paz —aspecto en el que frecuentemente ahondan las investigaciones históricas y antropológicas— sino que, además, fue un espacio de contacto y comunicación transcultural que incorporó tradiciones e influencias mapuches y españolas; definición consonante con el concepto de “middle ground” de Richard White. Para el análisis, los autores apelan a un enfoque interdisciplinario —etnohistoria, lingüística y arqueología—, uno de los aspectos más potentes de la propuesta y que se traduce de modo coherente en la estructura del libro.

La primera parte está dirigida por Zavala y es una aproximación etnohistórica a los parlamentos. Inicialmente se reconstruyen los orígenes de esta institución en Araucanía y sus antecedentes en América. Este apartado muestra cómo los parlamentos fueron producto de tradiciones españolas basadas en la palabra escrita y el pacto, y de tradiciones mapuches consistentes en el valor de la oratoria y el “coyagtun” como instancia de toma de decisiones. Además se presenta una relación exhaustiva de los parlamentos celebrados en la Araucanía y se propone, en un capítulo conjunto de Zavala y José Manuel Díaz Blanco, un análisis basado en el concepto de “ciclos de parlamentos” en virtud de los diferentes contextos históricos.

Una de las cuestiones más interesantes de esta primera parte es la influencia de las relaciones de fuerza para explicar la celebración de parlamentos y la urgencia —desde el punto de vista español— de negociar tratados a través de la persuasión. Simultáneamente, se muestra la imposibilidad de imponer decisiones políticas unilaterales en la cultura mapuche y la necesidad de generar consensos. Aquí es donde el análisis profundiza en las características del “coyagtun” y sus procedimientos de reunión, deliberación y acuerdo para ofrecer respuestas de cara a los parlamentos con españoles. De hecho, el último capítulo de esta parte inicial analiza los aspectos rituales y las formas comunicativas para confirmar la hipótesis central del libro: el carácter híbrido y transcultural de los parlamentos. Para ello, por ejemplo, se identifican los múltiples elementos simbólicos y protocolares de la tradición mapuche incorporados a la institución.

La segunda parte consiste en el análisis de Payàs sobre la mediación lingüística en la diplomacia. Inicialmente se reconstruye la evolución del término “parlamento” —y sus conexiones con el concepto “coyagtun”— y se hace énfasis en la necesidad que existió de nominar de modo inteligible para unos y otros las innovaciones culturales de la frontera. Un aspecto especialmente interesante, a su vez, es que el análisis trasciende al parlamento y hace foco en términos alusivos a la organización mapuche —ülmen, kona y toki, por ejemplo. Otra cuestión relevante es el cambio en el significado de la palabra “parlamento” durante el período republicano, en el siglo XIX, cuando empieza a ser empleado para enmascarar pactos de sumisión como si fueran equivalentes a los coloniales —una parodia, según la autora— cuando en realidad tenían poco en común: no le subyacía ya una relación entre iguales. Aquí Payàs sugiere la hipótesis que para los mapuches estos parlamentos dejaron de ser equiparables al coyagtun y el término fue reemplazado por “trawun”.

La segunda parte del libro también trata la selección y adopción de términos mutuamente aceptables para facilitar la comunicación, así como el rol y las habilidades de los intérpretes en los parlamentos. Los mapuches conservaron una soberanía lingüística que forzó a los españoles a aprender el mapudungun y a emplear intérpretes. Un aspecto relevante es el estudio sobre el origen del término “lengua” que designó a estos intérpretes, su posición en el espacio político de las fronteras y las actividades en la comunicación y organización de parlamentos. Todo ello implicaba no sólo un conocimiento del significado de las palabras sino también de la retórica y la política mapuche.

La tercera parte, bajo la dirección de Dillehay, introduce el enfoque arqueológico en virtud de entender los orígenes, las transformaciones y los significados políticos y socioculturales de los parlamentos desde una perspectiva material. Para ello identifica los parlamentos celebrados entre 1605 y 1803 en la costa de Arauco, la Araucanía sur-central y la isla de La Laja, donde en base a registros documentales y materiales previos se esperaban hallar evidencias que apoyasen las hipótesis de partida. Posteriormente Dillehay, Zavala y Jacob Sauer describen estos lugares en función de su cronología, localización geográfica, dimensiones y artefactos hallados, y contrastan su denominación y ubicación con fuentes documentales y con la tradicional oral. Un aspecto especialmente interesante del análisis es que la selección de estas localizaciones estaba asociada a su distancia con las poblaciones mapuches y a ser puntos convergentes y equidistantes de ellas, probablemente para evitar conflictos y mantener la neutralidad de las reuniones.

A continuación, Dillehay y Mario Pino describen los artefactos recuperados en las excavaciones de estos lugares. Al respecto, es significativa la variedad de formas y estilos de cerámica, propia de diferentes territorios de la Araucanía; hecho que sugiere la diversidad de espacios desde los que viajaban líderes y seguidores para parlamentar y que confirma la presencia simultánea de varios grupos en estos eventos. A efectos de concluir este tercer apartado, Dillehay alude al paisaje geopolítico definido por la red de interacciones entre mapuches y españoles, y al lugar clave que en ella tenían los parlamentos, algo que apoya la hipótesis central del libro: el carácter híbrido de esta institución.

En definitiva, esta obra colectiva e interdisciplinaria avanza sobre el conocimiento de una dimensión clave de la diplomacia interétnica: los parlamentos. Estos pusieron en juego redes, protocolos y tradiciones mapuches y españolas durante más de dos siglos. Los diferentes capítulos y los tipos de enfoque que se aplican en ellos convergen en dos conclusiones, íntimamente relacionadas: por un lado, que en el parlamento la política prevaleció a la violencia; y por otro, que las culturas poseen recursos estratégicos que permiten construir vías de comunicación y horizontes compartidos de significado más allá de sus propios límites.