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RECONSTRUCCIÓN DE SERIES DE VALOR DEL COMERCIO EXTERIOR DE HONDURAS. 1880–1930*

Published online by Cambridge University Press:  12 December 2017

Rafael Ángel Ledezma Díaz*
Affiliation:
El Colegio de México
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Abstract

This article presents, for the first time, a continuous series of value of Honduran exports and imports for the period 1880-1930, extending the series previously available from Notten (2012). The new series were constructed based on the official statistics of the main trading partners of Honduras (United States, Great Britain, Germany and France) corrected from Honduran and complementary sources. The correction criteria applied are based on the results of a previous reliability validation exercise. The data obtained allow to delimit a new chronology of the foreign trade of Honduras where the “export age” began before the banana export boom that took place between 1903 and 1930.

Resumen

Este artículo presenta, por primera vez, series continuas de valor de las importaciones y exportaciones de Honduras para el período 1880-1930, alargando las series anteriores de Notten (2012) de las que se disponía hasta ahora. Las nuevas series se construyeron sobre la base de las estadísticas oficiales de sus principales socios comerciales (Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia) corregidas a partir de fuentes propias hondureñas y complementarias. Los criterios de corrección aplicados se basaron en los resultados de un ejercicio previo de validación de fiabilidad. Los datos obtenidos permiten delimitar una nueva cronología del comercio exterior de Honduras, donde la “era de las exportaciones” se inició antes del boom bananero que tuvo lugar entre 1903 y 1930.

Type
Articles/Artículos
Copyright
© Instituto Figuerola, Universidad Carlos III de Madrid, 2017 

INTRODUCCIÓN

Reconstruction of Foreign Trade Data for Honduras, 1880-1930

Entre 1870 y 1929, tuvo lugar en América Latina la llamada “era de las exportaciones” o el “desarrollo primario-exportador” (Cárdenas, Ocampo y Thorp. 2003; Bértola y Ocampo 2013, p. 103). Las economías del subcontinente se integraron más directamente al mercado internacional gracias a la alta demanda de materias primas, los bajos costes del transporte marítimo y la liberalización del comercio (Kuntz 2010, p. 20)Footnote 1 . En Centroamérica, las repúblicas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica sustituyeron, a ritmos distintos, las exportaciones heredadas del régimen colonial (cacao, dulce, algodón, tabaco, hule, cocos, bizcocho, bálsamo, grana-cochinilla, añil, palo de Brasil, zarzaparrilla, azúcar, maderas preciosas, minerales, carnes y cueros) por las de café y banano.

El compás de esa transición varió de un país a otro. Por ejemplo, en 1872 el café representó el 96% del valor total de las exportaciones costarricenses mientras que los cueros el 2% (León Reference León2003, p. 144). De igual manera, el añil dejó de ser el principal producto de exportación de El Salvador cuando el café acaparó el 59% de sus exportaciones en 1881 (Menjívar 1980, p. 50). Por su parte, en Honduras la sustitución no ocurrió hasta 1903, cuando el banano desplazó del primer lugar a los minerales (productos más comercializados hasta ese momento). Según un informe consular inglés de la época, durante el año fiscal 1903-1904 el valor total de las exportaciones hondureñas fue de £ 443.568, es decir, US$ 2.159,733 (Annual Series 1906, p. 7)Footnote 2 . En ese año el banano constituyó el 42% de tal cifra mientras que los minerales (oro, plata, mena, sal, cobre y plomo) el 23%. A partir de ese momento se inició un boom bananero que, según varios autores, hizo que en la década de 1920 el país centroamericano fuera el mayor exportador mundial de la fruta (Woodward 1975, p. 179; Cardoso y Pérez 1977, p. 280; Posas 1993, p. 112; Notten 2012, p. 108).

Desde 1970, los investigadores se interesaron por ese auge exportador. Los motivó cómo la plantación bananera en la Costa Norte (mar Caribe) se ajustó bien al concepto de “enclave agrícola” de Cardoso y Faletto (1979)Footnote 3 . Así, la etapa previa al boom bananero no fue tan estudiada, por lo que no existe una visión panorámica del comercio exterior de Honduras que abarque toda la “era de las exportaciones”. Para adquirir esa visión primero hay que construir series estadísticas, labor dificultosa ante la falta de documentación oficial. De hecho, las series más homogéneas que se han realizado sobre la base de fuentes propias hondureñas (Notten 2012) comprenden solamente el periodo 1901-1929Footnote 4 . Dicho lo anterior, la presente reconstrucción abarca un periodo más amplio con el fin de lograr una radiografía más integral del comercio exterior de Honduras durante esa época de globalización económica. Para ello ha sido indispensable la consulta no solo de fuentes propias, sino también de las estadísticas oficiales de sus principales socios comerciales: Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia (en adelante, G4). Los anuarios de comercio y navegación de esos países tienen la ventaja de que cubren los intercambios bilaterales entre Honduras con dichas naciones industrializadas antes y durante el boom bananero que se inició en 1903. Además, dado que en promedio el comercio con G4 representó el 88% de las importaciones y el 81% de las exportaciones (véase, “Apéndices”: cuadro A2), las fuentes extranjeras ofrecen, al mismo tiempo, una proporción alta de los intercambios de Honduras con el exterior.

El artículo se estructura en cinco secciones. La primera describe las fuentes estadísticas revisadas. La segunda sección consiste en un test de fiabilidad y comparabilidad entre datos de origen distinto. La tercera parte presenta las nuevas series acompañadas con sus tasas de crecimiento y las similitudes y/o diferencias respecto a las de Notten (2012). La cuarta sección muestra el cálculo anual de la balanza comercial sobre la base de las nuevas series de mercancías; finalmente, se esbozan las principales conclusiones y se adjuntan los apéndices correspondientes.

1. FUENTES ESTADÍSTICAS

Las series que se presentan en este artículo se basaron en estadísticas propias hondureñas, las estadísticas oficiales de G4 y en fuentes complementarias. Solo así se pudo abarcar todo el periodo bajo estudio. Los documentos se clasificaron en dos grupos: 1) fuentes HD-CP (propias hondureñas y complementarias) y 2) fuentes G4 (extranjeras de los socios comerciales).

1.1. Fuentes HD-CP

En este grupo hay fuentes propias hondureñas (memorias de la Secretaría de Fomento y Obras Públicas) y documentos complementarios (Revista Económica, folletos mensuales de la Cámara de Comercio, manuales de la Unión Panamericana, anuarios estadísticos nacionales e informes de los cónsules estadounidenses e ingleses que operaban en el país). Si bien los informes consulares pueden entrar en la categoría de fuentes extranjeras, sus cuentas comerciales se tomaron de fuentes propias hondureñas (informes de la Secretaría de Hacienda y de las oficinas de Centralización de Cuentas y de Estadística Nacional).

Las fuentes HD-CP comprenden los años 1880, 1882, 1887-88, 1890-91 y 1895-1930 (para mayor detalle sobre la cobertura temporal de cada una véase, “Fuentes”: fuentes HD-CP). Además, enuncian valores f.o.b en pesos plata, dólares estadounidenses y libras esterlinas de importaciones y exportaciones según el país de procedencia o destino de los cargamentos, y usan el sistema hondureño de año fiscal (1 de agosto —31 de julio) designándose cada uno según la terminaciónFootnote 5 . Por ejemplo, si este inició el 1 de agosto de 1917 y concluyó el 31 de julio de 1918, en estas cuentas se le nombra como el año “31 julio 1918”.

1.2. Fuentes G4

Estos documentos son los anuarios de comercio y navegación de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia (en adelante, cada una de las fuentes G4 se designan, respectivamente, como EU, GB, AL y FR)Footnote 6 . Cubren los siguientes periodos: EU (1885-1930), GB (1895-1930), AL (1906-1913 y 1923-1928) y FR (1907-1930). En dichos anuarios existe el problema de la agregación geográfica dado que las agencias encargadas solían presentar datos a nivel centroamericano. Los periodos en que cada fuente adolece de este problema son: EU (1880-1884), GB (1880-1894), AL (1880-1905) y FR (1880-1906). Más adelante se detallará la solución adoptada al respecto.

Como son estadísticas oficiales de los distintos gobiernos, los valores se expresan según la moneda de cada país: dólar (EU), libra esterlina (GB), marco alemán (AL) y franco francés (FR). También varían los periodos anuales en que clasifican la información: Gran Bretaña y Francia usan el año calendario (enero-diciembre); Estados Unidos adopta, hasta 1917, años fiscales que terminan el 30 junio (designación según la terminación) y, a partir de 1918, año calendario; y Alemania usa años fiscales que se inician el 1 de abril. Otra diferencia es que mientras las exportaciones de los socios europeos se anotan en valores f.o.b, las importaciones aparecen en valores c.i.fFootnote 7 . Respecto a los datos estadounidenses, todos se enuncian en valores f.a.s (free along side), un equivalente de f.o.b (Kuntz 2007, p. 48).

2. FIABILIDAD Y COMPARABILIDAD

La investigación de Tena (1992) demostró la importancia de comparar los valores totales del comercio de un país de acuerdo a sus propias estadísticas, con la suma de esos mismos flujos según las fuentes de sus socios comerciales. Ese test determina cuan fiable y comparable es la información cuantitativa de origen distinto (Tena 1992, pp. 13-28). Como en la presente reconstrucción se usaron fuentes propias y extranjeras, fue necesario realizar dicho test para iniciar el proceso.

Primero se homogenizaron las cifras mediante los siguientes criterios: 1) los datos de las fuentes G4 se capturaron desde la perspectiva de Honduras (valores de importaciones se incluyeron en la serie de exportaciones y viceversa), 2) se convirtieron los valores anuales del comercio de cada socio con Honduras, y de Honduras con sus socios a dólares corrientes (para los tipos de cambio véase, “Apéndices”: cuadro A1) y 3) se escogió el año fiscal hondureño como periodo anual designando cada uno según el inicio y no la terminación. Este último paso consistió en transformar los años calendario de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos (después de 1918) a través de promedios simples. La falta de coincidencia mensual en la estadística alemana (1 de abril-31 de marzo) respecto a la de Honduras también requirió un ajuste mediante promedios pero, en este caso, del 75% y 25%. Como el año fiscal de Honduras concluía el 30 de julio y el de Estados Unidos el 30 de junio, los valores de la fuente EU antes de 1917 no se convirtieron debido a que la diferencia entre ambos es de solo un mes.

En el ramo de las exportaciones se hizo un ajuste particular. Un criterio estándar para reconstruir series de exportaciones es separar los flujos de mercancías de los de metálico (transferencias de oro y plata en specie). Las fuentes HD-CP no hacen mayor distinción entre ambas exportaciones, es decir, sus valores son totales (suman mercancías y metálico). De las fuentes G4 únicamente la de Estados Unidos hizo la separación ya que este país fue el principal destino del oro y la plata exportado desde Honduras. Dicha fuente tiene una cuenta con los valores de las importaciones de mercancías, y otra con los de los metales preciosos llamada “gold and silver”. Esta última incluye minerales, monedas y lingotes de ambos metales. Para hacer comparables los datos G4 con los de las fuentes HD-CP fue preciso sumar, en el caso de Estados Unidos, los montos de las dos cuentas señaladas para obtener así un valor total. En etapas posteriores se hará la separación mencionada. De momento solo interesa ilustrar la comparación entre valores “en bruto”, es decir, tal y como aparecen en los documentos sin mayores ajustes. A continuación, el gráfico 1 presenta los porcentajes de discrepancia obtenidos.

GRÁFICO 1 PORCENTAJES DE DISCREPANCIA ENTRE LOS VALORES DE LOS INTERCAMBIOS CON G4 SEGÚN FUENTES HD-CP Y FUENTES G4, 1880–1930 Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

El test ilustrado en el gráfico 1 consistió en calcular el porcentaje de diferencia entre las series según fuentes HD-CP y fuentes G4 respecto a las primeras. La operación se hizo de la siguiente manera: AI=G4/HD-CP. La línea cero representa las cifras HD-CP. Los puntos sobre la línea significan que los datos G4 son mayores y los puntos por debajo que son inferiores. Según Tena (1992), el rango de fiabilidad aceptable en este tipo de ejercicios es de ±20%. Adoptando ese criterio, es evidente que la fiabilidad es mejor en las importaciones: de 32 observaciones 25 de ellas (78%) se ubican dentro del rango. Situación contraria ocurre con las exportaciones: de 31 observaciones únicamente 5 (16%) entran en dicho margen. A nivel general, los datos G4 de importaciones son menores en la mayor parte de las observaciones (80%), mientras que las exportaciones G4 presentan dos comportamientos: 1) mayores entre las décadas de 1890 y 1920, y 2) menores durante este último decenio

El buen resultado en las importaciones se debió a que las aduanas de Estados Unidos (país que dentro de G4 aportó, en promedio, el 74% de las importaciones) fueron muy cuidadosas al cuantificar sus exportaciones hacia los países centroamericanos, es decir, el problema del sub-registro o sobre-registro no fue significativo en la fuente de Estados Unidos (Notten 2012, pp. 150-153). En cuanto al mal resultado de las exportaciones en el periodo 1890-1920, todo parece indicar que las estadísticas propias no son seguras para reconstruir series de exportaciones debido a que no son comparables con las de los socios comerciales. Más adelante se comprobará que incluso contabilizando el metálico exportado hacia Estados Unidos por separado, las diferencias porcentuales persisten.

A continuación, se describen gráficamente las tendencias en ambos rublos. Para ello se hicieron series anuales de importaciones y exportaciones de mercancías según fuentes HD-CP y fuentes G4. Las series HD-CP se presentan en tres formas: 1) agregada (Total (HD-CP)), 2) separada para G4 (G4 (HD-CP)), y 3) el resto de los socios comerciales (Residuo (HD-CP))Footnote 8 . La serie de fuentes extranjeras se designa simplemente como “G4”. Seguidamente se adjunta el gráfico con las series de importaciones.

Lo primero que hay que resaltar del gráfico 2 es la cobertura temporal. Las fuentes G4 abarcan más cantidad de años: cubren ininterrumpidamente el periodo 1886-1930 mientras que las fuentes HD-CP presentan ciertas lagunas (1880-1894 y 1910). Por otra parte, debe recordarse que las agencias de los socios europeos proporcionan datos a escala centroamericana en las primeras tres décadas del periodo bajo estudio. Eso quiere decir que la serie G4 está incompleta desde 1885 hasta 1907 ya que las sumas anuales no integran todo el comercio con la muestra G4 debido al problema de la agregación geográfica.

En segundo lugar, con las fuentes HD-CP no siempre se pudo estimar el residuo y el comercio con G4. Ambos no se pudieron calcular en los periodos 1880-1897, 1909-10 y 1916-1921. El motivo es que en esos años dichos documentos solo recogen el valor total anual de las importaciones sin especificar su origen geográfico de las mismas.

En tercer lugar, hay un buen nivel de comparabilidad entre las series “G4 (HD-CP)” y “G4” en los periodos 1897-1908 y 1911-1915. Esa buena comparabilidad se reduce entre 1921 y 1930: mientras la serie G4 tiene una tendencia sostenida a la baja entre 1921 y 1925, la serie “G4 (HD-CP)” registra la misma tendencia pero menos sostenida debido a que presenta un repunte en 1923. Siguiendo con estas dos series, a lo largo de todo el gráfico la serie “G4 HD-CP” está sobrevalorada respecto a la “G4” (17% en promedio). Únicamente en los años 1894-95, 1906, 1911, 1915, 1917 y 1930 ocurre la situación contraria, es decir, la serie “G4” es menor (21% en promedio).

En el Gráfico 3 se presentan las series de exportaciones de mercancías.

Para ello se adoptaron los siguientes criterios. De la cuenta “gold and silver” de la fuente Estados Unidos (EU), se separaron los montos de las transferencias de “metálico” (monedas de oro y plata y lingotes de oro). Estos montos se capturaron aparte ya que no son mercancías. Luego, el mineral de ambos metales y los lingotes de plata registrados en dicha cuenta sí se contabilizaron como mercancías sumándose a la serie “G4”. En el caso de las fuentes HD-CP, se intentó hacer un desglose parecido al anterior, sin embargo, solo fue posible restar y separar los montos de “metálico” en los años 1888, 1895, 1898-1900, 1902-1908 y 1914-1919 debido a que en ellas no siempre se clasificaron con suficiente detalle los productos minerales exportados hacia Estados Unidos. Finalmente, se convirtieron a valores f.o.b los datos de importaciones de los socios europeos de las fuentes G4 (exportaciones vistas desde Honduras) asumiendo que los costos de trasporte fueron el 8% de los valores c.i.f. Ese porcentaje lo usó Notten (2012) para convertir a valores f.o.b las estadísticas oficiales de El Salvador y Costa Rica entre 1901-1915 y 1921-1929Footnote 9 . Una vez aplicados los criterios se obtuvieron series más depuradas de exportaciones de mercancías en valores f.o.b ¿Qué efecto tuvieron dichos ajustes a la hora de comparar las tendencias? Claramente se observa que la serie “G4 (HD-CP)” continua subvalorada antes de 1920 (−30% en promedio) y sobrevalorada durante este último decenio respecto a la serie “G4” (30% en promedio). El hallazgo anterior confirma que es difícil comparar datos de exportaciones de origen distinto, en parte, por la distinción espuria entre mercancías y metálico presente en las fuentes HD-CP.

Tal y como se observa en el Gráfico 2, yen el Gráfico 3 la serie “G4” cubre ininterrumpidamente el intervalo 1886–1930 mientras que las series HD-CP contienen lagunas al principio del periodo (1880-1889 y 1892-1894). Por su parte, la primera tiene la limitación de la agregación geográfica ya señalada en el caso de las importaciones. También se comprobó que no siempre fue posible obtener el residuo ni el flujo con G4 sobre la base de las fuentes HD-CP: ambos no se pudieron estimar para los años 1880-1889, 1890, 1892-1894, 1896, 1909 y 1921-1922 debido a que solo recogen el valor anual de las exportaciones sin especificar el destino de los cargamentos.

GRÁFICO 2 COMPARABILIDAD DE SERIES HD-CP Y G4 DE IMPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes: (HD-CP) y (G4).

GRÁFICO 3 COMPARABILIDAD DE SERIES HD-CP Y G4 DE EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

Finalmente, hay que explicar por qué la serie “G4” es menor respecto a la serie “G4 (HD-CP)” en la década de 1920. Según Notten (2012), entre 1919 y 1922 Honduras tuvo déficit en la balanza comercial (Notten 2012, p. 285). Luego, a partir de 1923 la balanza comercial se volvió positiva ante un incremento histórico en las exportaciones de banano (Notten 2012, p. 170). Si se comparan las series “Total (HD-CP)” de importaciones (mas el 8% del valor c.i.f) del Gráfico 2, con la misma para las exportaciones del Gráfico 3 se reafirma este argumento.

De acuerdo con el Gráfico 4, la década de 1920 inició con déficit y terminó con superávit en la balanza comercial. Ambas tendencias fueron pronunciadas: el déficit de 1920 alcanzó los US$ 12.505,609 (70%), y el superávit de 1929 los US$ 8. 949,320 (52%). Notten (2012) dio una explicación sobre este asunto. Comparó las tasas de crecimiento de importaciones y exportaciones bajo el argumento de que la capacidad de importar estuvo determinada por los ingresos vía exportaciones (Notten 2012, pp. 296-297). Según este autor, en el caso de Honduras esta correlación no siempre se dio pues las tasas de crecimiento positivas de las importaciones podían desenvolverse en medio de tasas de crecimiento negativas en las exportaciones. Su conclusión fue que dicha situación también pudo ocurrir a la inversa ya que la industria bananera en la Costa Norte funcionó como un “enclave” de plantación, es decir, era un espacio aislado del resto de la economía hondureña (Notten 2012, p. 321).

GRÁFICO 4 BALANZA COMERCIAL SEGÚN FUENTES HD-CP, 1919–1930 (VALORES EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP).

Más allá de debatir la validez de esa postura, se puede analizar la composición de las exportaciones producto por producto para verificar si las cantidades y valores registrados en las fuentes HD-CP discrepan respecto a los de las fuentes G4. Haciendo este ejercicio para el año 1929, se demostró que sí hubo diferencias entre las cantidades y precios de los racimos de bananas exportados hacia Estados Unidos. Las fuentes HD-CP reportaron 16.210.000 racimos y la fuente EU 22.676,241 racimos (Department of Commerce 1931, p. 439; United States Department of Commerce 1930, p. 235)Footnote 10 . Según este resultado, la fuente EU sobrevaluó la cantidad de racimos. La causa de la diferencia pudo haber sido el contrabando, práctica muy generalizada entonces en el país centroamericano. No obstante, Honduras sobrevaluó más bien el precio por racimo. Al dividir el valor de cada cargamento entre la cantidad de racimos se comprueba que el precio hondureño fue de US$0,78 por racimo mientras que el de Estados Unidos de US$0,51. Así, el valor total del cargamento, según las fuentes HD-CP, fue de US$ 12.596,310 mientras que Estados Unidos lo valoró en US$11.513,217.

Notten (2012) explicó que las agencias hondureñas solían alterar el precio del banano exportado en sus cuentas para convertir la balanza comercial negativa en positiva. Esto lo hicieron registrando precios internacionales de la fruta en lugar del precio f.o.b, los cuales, eran más bajos: mientras el primero fue de US$ 1 por racimo, el segundo era de apenas US$ 0,20-0,25 (Notten 2012, pp. 170). Lo anterior hace suponer que en la década de 1920 las estadísticas hondureñas reportaron un precio mayor por racimo para forzar una balanza comercial con superávit como la del Gráfico 4. En la sección 4 se ahondará más en este interesante debate ya que sobre la base de las nuevas series se estimó una balanza comercial con superávit menos agudo que el anterior.

En síntesis, del test de fiabilidad se desprenden las siguientes conclusiones: 1) las series G4 son más constantes en el tiempo y no tienen lagunas entre 1886 y 1930, 2) hubo una gran concentración del comercio exterior con G4 respecto al residuo, 3) el nivel de comparabilidad es mejor en las importaciones que en las exportaciones y 4) la fuente EU ofrece datos para estimar las exportaciones de metálico y así separar este flujo del de mercancías (para conocer el desglose de las exportaciones totales hondureñas según “mercancías” y “metálico” véase, “Apéndices”: cuadro A2).

3. NUEVAS SERIES DE VALOR

Una vez realizado el test de fiabilidad se procedió de la siguiente manera para construir las nuevas series: 1) para lograr mayor cobertura temporal las nuevas series se basaron en los datos G4, 2) a las exportaciones de la fuente GB se les descontó el monto correspondiente a paquetes postales (en promedio, estos representaron solo el 2,8% del valor total desde 1898), y 3) con base en las cifras a escala centroamericana de las fuentes G4, se estimó el comercio bilateral de cada socio con Honduras para el periodo 1880-1907 resolviéndose así el problema de la agregación geográfica.

En la sección anterior se explicó que las series G4 están incompletas desde 1885 hasta 1907. Básicamente comprenden el comercio con Estados Unidos y, en menor medida, con Gran Bretaña ya que Francia y Alemania registran flujos comerciales a nivel centroamericano hasta 1906 y 1907. Ante dicho inconveniente, la estimación fue la única manera para abordar esta laguna. Usando las cifras a escala centroamericana se calculó el porcentaje del comercio bilateral de cada socio con Honduras. Ese cálculo se obtuvo sumando, durante cinco años, el comercio que el socio europeo tuvo con cada nación centroamericana a partir del año en que su anuario separó la información por país. De las sumas obtenidas se determinó qué porcentaje correspondió a los flujos con Honduras (16% con Estados Unidos, 5% con Gran Bretaña, 9% con Alemania y 4% con Francia tanto en importaciones como en exportaciones). Ese promedio se usó para estimar, retrospectivamente, el comercio bilateral de cada socio con Honduras cuando la información estaba agregada. El resultado fue una serie completa de importaciones y otra de exportaciones del comercio de Honduras con G4 para todo el periodo bajo estudio.

Resuelto el problema de la agregación geográfica, se procedió de la siguiente manera: 1) de las fuentes HD-CP se obtuvo el porcentaje anual del comercio entre Honduras con G4 (distribución geográfica), 2) para los años sin datos esos porcentajes se estimaron mediante el promedio simple de los tres o cinco años anteriores que sí tenían información, y 3) dichos valores porcentuales se le asignaron a los datos G4. Por ejemplo, si la fuentes HD-CP establece que 95% de las exportaciones de 1917 corresponde al comercio con G4, se asume, entonces, que la cifra US$ 7.098,010 de la serie G4 representa dicho porcentaje del valor total. De esta manera, se calculó así el 100% con base en ese dato (US$ 7.495.906). El 5% restante, que serían US$ 397.897, pasó a ser entonces el “residuo” (para conocer las series completas véase, “Apéndices”: cuadro A3). En rigor, los resultados del test de fiabilidad sugieren que solo es posible hacer el procedimiento anterior en el ramo de importaciones. Recuérdese que las discrepancias entre los datos HD-CP respecto a los datos G4 de exportaciones fueron considerables. No obstante, las fuentes HD-CP se tomaron como base para establecer la distribución geográfica de las exportaciones ya que son el único recurso documental con que se contó en esta investigación para ese fin.

Terminadas las nuevas series, estas se compararon con las de Notten (2012). Dicha investigación es muy relevante a nivel historiográfico debido a que demostró la buena fiabilidad de las estadísticas oficiales de los gobiernos centroamericanos para estudiar el impacto de la primera guerra mundial en el comercio exterior de la región. Aplicando los criterios básicos de comparabilidad y fiabilidad, Notten contrastó las cifras de las fuentes propias centroamericanas con las de Estados Unidos. Según este autor, al ser Estados Unidos un socio comercial muy importante y cercano geográficamente a la región, sus fuentes no corren mayor riesgo de una asignación geográfica equivocada. La conclusión principal fue que las estadísticas centroamericanas eran correctas a pesar de su imagen negativa en la historiografía. Así, sobre la base de estas construyó para cada país series anuales de importaciones y exportaciones en dólares corrientes y constantes de 1913 para el periodo 1900–1929Footnote 11 . En el presente artículo interesa comparar las nuevas series con las de Notten (2012) expresadas en dólares corrientes ya que tal ejercicio es equivalente a contrastar los resultados de una reconstrucción basada en fuentes extrajeras, con otra fundamentada en fuentes propias.

El siguiente gráfico contiene las nuevas series de importaciones junto con la de Notten (2012) referida a dicho rublo. La Tabla 1 tiene las tasas de crecimiento anual de las primeras.

TABLA 1 TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DE CADA SERIE NUEVA (IMPORTACIONES)

Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

El Gráfico 5 confirma la importancia de las estadísticas G4 para reconstruir, por primera vez, una serie completa de importaciones a largo plazo. Al mismo tiempo, gracias a los porcentajes ofrecidos por las fuentes HD-CP fue posible estimar el residuo.

GRÁFICO 5 NUEVAS SERIES DE VALOR DE IMPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes: (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 163).

La mayor parte de las series muestran una tendencia al alza. No obstante, también hay fluctuaciones. En el Gráfico 5 se observa que los intervalos con mayor oscilación son 1913-1917 y 1920-1926. En el primero se aprecia el impacto de la primera guerra mundial, impacto que no fue tan considerable dado que las exportaciones de banano iban hacia Estados Unidos, es decir, las flotas navieras no sufrieron los efectos de los bloqueos marítimos contra Europa. Gracias a este escenario, el país siguió importando desde Norteamérica mediante las mismas embarcaciones que transportaban la fruta vía contraria (Notten 2012, p. 431). Ese impacto leve explica por qué las tres tasas de crecimiento anual de la década 1910–1919 son positivas. Por su parte, en el periodo 1920-1926 hubo factores externos e internos que causaron esos comportamientos. Aunque Honduras sufrió varias guerras civiles durante aquellos años, otros factores incidieron en la caída de las importaciones, como la fuga y atesoramiento de la moneda nacional ante la subida del precio internacional de la plata, y la posterior depreciación de la misma cuando ese precio se desplomó a finales de 1920 (Young 1921, pp. 50-51). De esta manera, Honduras perdió su facilidad para importarFootnote 12 . Ahora bien, llama la atención la tasa de crecimiento positiva que tiene el residuo durante esos años. Todo parece indicar que la crisis monetaria implicó un crecimiento al alza en el residuo. Ese crecimiento se pudo deber a la importación de grandes cantidades moneda de plata extranjera desde los demás países centroamericano, en especial desde El Salvador y Guatemala, para cubrir la demanda interna de dinero (Young 1921, pp. 50)Footnote 13 .

Otro elemento a resaltar en el gráfico anterior es el comportamiento de las series “residuo” y “G4”. El residuo siempre es menor con relación a la serie “G4”. Sin duda alguna, el mayor peso del comercio de importación estuvo en los flujos provenientes de G4 (88% en promedio). No obstante, en términos absolutos el residuo se mantuvo a lo largo de todo el periodo. Desde 1880 hasta 1898 este representó, en promedio, el 22% de las importaciones. Luego, ese porcentaje descendió a 7% entre 1899 y 1917. En la década de 1920 la situación se revirtió, pues creció a una tasa promedio anual de 11,5%. La conclusión es que el residuo, que en las primeras dos décadas tuvo tasas de crecimiento negativas, creció conforme se estrecharon los flujos comerciales de importación con G4.

Finalmente, hay que aclarar que la nueva serie de importaciones y la de Notten (2012) coinciden bastante bien. A nivel general, la segunda está sobrevaluada solo en un 10% en promedio salvo en los años 1901, 1906, 1915, 1917, 1923 y 1925 donde ocurre lo contrario (8% de subvaloración). Por otra parte, como la primera serie está basada en estadísticas extranjeras y la segunda en fuentes propias, es posible concluir que en el ramo de las importaciones los datos corregidos de origen distinto se ajustan bastante bien.

A continuación, se presentan en el Gráfico 6 las nuevas series de exportaciones de mercancías y en la Tabla 2 las respectivas tasas de crecimiento.

GRÁFICO 6 NUEVAS SERIES DE VALOR DE EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 240).

TABLA 2 TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DE CADA SERIE NUEVA (EXPORTACIONES)

Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

Con excepción del residuo, en el Gráfico 6 todas las series de exportaciones tienen una tendencia al alza. La Tabla 2 confirma este hecho en términos de tasas de crecimiento. Pero al igual que en las importaciones, hay fluctuaciones como las ocurridas en los intervalos 1913-1915 y 1929-1923. Dichas oscilaciones tienen a converger temporalmente con las fluctuaciones de las importaciones. El inicio de la guerra en Europa pudo haber sido el factor que incidió en ese comportamiento, así como el problema monetario, la guerra civil y los llamados “conflictos inter-bananeros”Footnote 14 .

El Gráfico 6 también pone de manifiesto que, en términos absolutos, el residuo creció durante todo el periodo. El comercio de exportación con G4 representó, en promedio, el 81% de las exportaciones. Esto hizo que el residuo siempre tuviera cabida dentro del ramo (19%); sin embargo, en cuanto a crecimiento anual (Tabla 2), este declinó entre 1890 y 1919 después de haber crecido a una tasa de 15,7% en la primera década. Tal conducta se opone a la de la serie “G4” que registra importantes tasas de crecimiento entre 1900 y 1919. Sin duda alguna, el boom bananero explica esa tendencia pues con él se estrecharon los flujos comerciales de exportación con G4.

En cuanto a la comparación con la serie de Notten (2012), hay diferencias notables entre ambas. La serie de Notten esta sobrevaluada en un 31% en promedio. Además, aunque las dos siguen la misma tendencia al alza, en periodos más cortos muestran comportamientos contrarios (1903-1906 y 1913–1916). También, el auge exportador a finales del periodo difiere en términos absolutos. Una y otra serie corroboran un repunte histórico en las exportaciones después de 1925, pero la de Notten sobrevalora en un 46% ese crecimiento. De esta manera, la serie de Notten valida el gran superávit en la balanza comercial de finales de los años 20. En la siguiente sección, cuando se estime la balanza comercial sobre la base de las nuevas series, se observará que ese superávit no fue tan agudo.

4. LA BALANZA COMERCIAL

Sobre la base de las nuevas series de mercancías se estimó una balanza comercial para toda la “era de las exportaciones”. En este ejercicio no se incluyeron los valores de las exportaciones de metálico pues fueron movimientos de capital y no de mercancías. Además, se consideró el coste de transportes y seguros en las importaciones. La estimación del mismo fue del 8%, cifra usada anteriormente para descontar esos costes de las importaciones según los socios europeos.

Según la nueva balanza comercial (Gráfico 7), Honduras tuvo dos patrones en el comportamiento de su comercio exterior: uno que se extendió desde 1880 hasta 1904, y otro de 1905 en adelante. En el primero predominaron los superávit. Los primeros 15 años fueron el lapso más prolongado de superávit de todo el periodo. Ese superávit promedió el 41% del valor de las importaciones. Posteriormente aparecieron los primeros déficits de 1897 a 1899, pero solo representaron, en promedio, el 4% de las importaciones. De 1905 en adelante el patrón denominador fue el déficit y un histórico superávit al final del periodo: entre 1905 y 1930 el déficit promedió el 16% de las importaciones, de 1919 a 1924 tuvo lugar el déficit más fuerte (44% de las importaciones), y durante los últimos cinco años se registró el superávit más elevado (13% en promedio).

GRÁFICO 7 BALANZA COMERCIAL DE HONDURAS, 1880–1930 Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 285).

Estos patrones se pueden explicar, en parte, por el auge de la industria bananera. Prueba de ello es que los déficit comenzaron a tener mayor presencia desde el año en que el banano se convirtió en el principal producto de exportación (1903). ¿Es posible establecer una relación entre el boom bananero y el déficit en la balanza comercial? La respuesta requiere de una investigación más detallada que discuta, incluso, con las pistas que dio Notten (2012) al respecto, como por ejemplo la afluencia masiva de flujos de inversión extranjera para la construcción de infraestructura promovida por el auge exportador de la fruta. Además, de acuerdo con ese autor, el carácter de “enclave” de la actividad bananera explica por qué los ingresos de las exportaciones no necesariamente determinaron los movimientos de las importaciones. Bajo esta óptica se podrían comprender los fuertes déficit antes señalados; sin embargo, tal aseveración da por sentado que la plantación bananera en la Costa Norte fue un espacio aislado del resto de la economía nacional, hecho que no se ha probado empíricamente. Por el contrario, diversas investigaciones han demostrado que en los ámbitos sociales y políticos, el enclave bananero se compenetró bastante en la vida del país cediendo, negociando o imponiendo intereses económicos y políticos durante diferentes coyunturas históricas (Euraque 1996; García 1997; Soluri 2005)Footnote 15 .

Asimismo, la evidencia empírica que presentan las nuevas series arrojó resultados distintos en cuanto a la intensidad del superávit de finales del periodo. En el Gráfico 7 se contrastó la nueva balanza comercial con la de Notten (2012). Ambas registran tendencias contrarias en el lapso 1900-1912: mientras la nueva serie se acerca al déficit la de Notten (2012) se inclina por el superávit. A partir de 1912 las tendencias son más parecidas no así los valores: los déficits son mayores en la primera y menores en la segunda. Lo que sí reafirman las dos series es el déficit agudo de 1920 y el superávit excepcional de finales de la década, pero los valores de ese superávit también varían. Como se explicó en páginas anteriores, las fuentes propias que usó Notten (2012) registraron un superávit histórico a raíz del incremento de las exportaciones de banano. No obstante, las nuevas series basadas en fuentes G4 dan fe de un superávit importante pero menor en términos absolutos. Se concluye, por lo tanto, que la nueva balanza comercial difiere de la de Notten (2012) ya que esta última se basó en fuentes locales que usaron precios por racimo más elevados.

5. CONCLUSIONES

La actividad bananera en Honduras adquirió gran protagonismo dentro del comercio exterior a inicios del siglo XX. Si bien ese protagonismo se fue alcanzando desde finales del siglo XIX, el año 1903 marcó la aceleración del mismo. En la introducción del presente artículo se advirtió que en ese año el banano se posicionó por encima de los minerales como el producto de exportación más importante.

En el caso de Honduras, el estudio del periodo conocido como la “era de las exportaciones” ha quedado limitado en la historiografía al análisis de ese boom bananero. En la misma historiografía y en el imaginario social se ha conocido a este país como la banana republic por excelencia (Pérez 2006). La imagen de la nación pobre, marginal y subyugada al capital bananero trasnacional fue promovida, en parte, por la teoría de la dependencia y su concepto tradicional de “enclave bananero”.

En este artículo se ha hecho un intento preliminar por salirse de ese esquema dando a entender que la lógica comercial de Honduras no siempre fue la misma, es decir, que las condiciones y tendencias desarrolladas por el auge bananero muestran solo una parte del desarrollo histórico de Honduras durante esa belle époque de globalización económica. La mejor manera de contribuir al debate fue construyendo nuevas series de valor de importaciones y exportaciones que abarcaron las décadas previas y posteriores a 1903. De esta manera, se puede concluir que hubo dos modelos de comercio exterior: el pre-bananero (1880-1902) y el bananero (1903-1930). A lo largo del primero, el comercio de importación y exportación con G4 fue importante pero, al mismo tiempo, los intercambios comerciales con los demás países fueron muy estrechos. Claramente, Honduras apostó por comercio intrarregional y el trasatlántico al mismo tiempo. Además, la balanza comercial se caracterizó por un largo periodo de superávit. Cuando llegó el segundo modelo los patrones fueron cambiando. El comercio con G4 se concretó y el peso del residuo disminuyó. Tal situación estuvo acompañada de constantes y profundos déficits en la balanza comercial que se agudizaron al inicio de la década de 1920. Esos déficits hicieron que el residuo adquiera de nuevo un peso en los intercambios comerciales. La prueba de ello fue que en los años 1920 el residuo registró tasas de crecimiento anual positivas tanto en las importaciones como en las exportaciones (véase, Tablas 1 y 2).

Lo anterior demuestra que el comercio exterior de Honduras tuvo otras facetas además de la bananera que, ante el predominio del discurso dependentista, no han sido analizadas a profundidad ¿Qué comercializó Honduras con los demás países centroamericanos? ¿Realmente fueron las plantaciones bananeras espacios cerrados que hicieron que el comportamiento de las exportaciones no incidiera en las importaciones? ¿La crisis monetaria de inicios de los años veinte dinamizó el comercio de importación con los demás países de la región centroamericana? Estas preguntas merecen respuestas analíticas que permitan reafirmar o matizar la explicación dependentista sobre la economía hondureña. El presente artículo, por lo tanto, brinda una plataforma estadística para la indagación y la discusión sobre estos temas con la intención de promover futuras agendas de investigación.

SUPPLEMENTARY MATERIALS

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APÉNDICES

CUADRO A.1 TIPOS DE CAMBIO (DÓLARES CORRIENTES)

CUADRO A.2 EXPORTACIONES TOTALES HONDUREÑAS, 1880-1930 (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES)

CUADRO A.3 NUEVAS SERIES DEL COMERCIO EXTERIOR DE MERCANCÍAS DE HONDURAS, 1880-1930 (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES)

Footnotes

*

En primer lugar deseo expresar un agradecimiento muy especial a Sandra Kuntz Ficker por haberme animado a incursionar en la muy interesante tarea de reconstruir series estadísticas de largo plazo. Ese ánimo creció aún más gracias a las profundas explicaciones que sobre los métodos cuantitativos recibí de Zacarías Moutoukias y Antonio Tena en el Taller doctoral Historia y Ciencias Sociales. Debates sobre la historia económica (Madrid, Casa de Velázquez y Fundación Ramón Areces, 2016). También reconozco las valiosas sugerencias de Agustina Rayes y Anna Carreras-Marín quienes leyeron las primeras versiones de este artículo, y las muy atinadas observaciones de los evaluadores anónimos, las cuales, contribuyeron a mejorar la versión final del mismo.

a

Centro de Estudios Históricos (CEH), El Colegio de México, Carretera Picacho Ajusco 20, Col. Ampliación Fuentes del Pedregal, C.P. 14110, Delegación Tlalpan, Ciudad de México. 14110, México. Email: rledezma@colmex.mx; rafaledez@gmail.com

1 Aunque el sector exportador no fue tan relevante en términos de generación de empleo, gracias a su dinamización se mejoró la infraestructura de comunicaciones (caminos, ferrocarriles y puertos), se incentivaron las industrias manufactureras y arribaron al subcontinente mayor cantidad de capitales y migrantes desde el exterior. Cárdenas, Ocampo y Thorp (2003: 9); Bértola y Ocampo (2013: 104).

2 El año fiscal de Honduras iniciaba el 1 de agosto y concluía el 31 de julio.

3 Este concepto forma parte del enfoque explicativo de la teoría de la dependencia. Según dicha corriente interpretativa, el modelo exportador latinoamericano previo a la segunda guerra mundial se dio bajo dos modalidades: 1) países donde las actividades primario-exportadoras fueron controladas por sectores nacionales, y 2) economías de enclave. Cardoso y Pérez (1977: 208); Cardoso y Faletto (1979: 41); Sariego (1988: 16). En una economía de enclave el sector exportador fue monopolizado por el capital extranjero (empresas transnacionales), el cual, desplazó a las oligarquías locales ante su incapacidad para competir en la producción de mercancías demandadas en el exterior. La obra que introdujo ese enfoque explicativo en las ciencias sociales centroamericanas fue Torres-Rivas (1971). Con base en ese libro se acuñó el concepto de “enclave bananero” para referirse a las plantaciones instaladas desde 1900 en la Costa Norte de Honduras por parte de empresas estadounidenses (Vaccaro Bros and Co, United Fruit Co, Cuyamel Fruit Co y Standard Fruit Co).

4 Otras investigaciones que presentan estadísticas del comercio exterior de los países centroamericanos son: Schoonover (1978); Roses-Alvarado (1979); Schneider (1981a: 119-138); Schneider (1981b: 33-35, 59-94, 377-382, 489-495); Guevara (1983); Naylor (1988: 191-240); Schoonover y Schoonover (1989); Schoonover y Schoonover (1990); Schoonover y Schoonover (1991); Mitchell (2007: 447-458); Federico y Tena (2016: 151-152, 159-160, 174-175, 177-178, 199-200, 236, 240, 247-248, 260).

5 F.o.b=free on board (excluye costos de transporte y seguros). El peso plata se estableció como moneda oficial en 1879. Su símbolo era el mismo que el del dólar estadounidense ($), y se dividía en 100 centavos. Mood (1930: 89). El Decreto No. 102 del 3 de abril de 1926 cambió el peso por la lempira, no obstante, la nueva moneda circuló hasta 1931. Vinelli (1950-1951: 422). En la Costa Norte el dólar oro estadounidense circuló libremente a lo largo del periodo bajo estudio. Bulmer-Thomas (1989: 36); Mood (1930: 90-91).

6 Los datos del comercio con Alemania se tomaron de Schoonover y Schoonover (1990). Mediante esta compilación de estadísticas se accedió a las cifras del anuario Auswartige handel des deutschen zollgebiets nach herkunfts… (Schoonover y Schoonover 1990: 147-148).

7 c.i.f.=cost, insurance, freight (incluye costos de transporte y seguro).

8 Los países que componen el residuo son, principalmente, México, Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Cuba e Italia.

9 Dicho autor tomó ese porcentaje de un informe de la Sociedad de Naciones de 1928. Notten (2012: 161).

10 Si bien la fuente HD-CP utilizada en este ejercicio fue emitida por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, esta se cataloga como documento complementario ya que sus cuentas fueron tomadas de fuentes oficiales del gobierno hondureño.

11 Esta investigación también incluye tablas y cuadros específicos sobre exportaciones de banano y café (valor anual y cantidad) e importaciones de algunos bienes de capital estratégicos para la modernización económica de esos países como cemento, carbón, petróleo, maquinaria, material eléctrico y ferroviario así como automóviles. Notten (2012: 173, 191-192, 240, 328-330, 332-337, 341-348, 350-353, 360-361).

12 De hecho, el uso del dólar oro se generalizó más allá de la Costa Norte ante la ausencia y depreciación del peso plata. Dicha situación generó un debate intenso sobre la conveniencia de aprovechar la coyuntura para adoptar finalmente el patrón oro. El propio Secretario de Hacienda, Eduardo Guillen, redactó un proyecto de ley al respecto. Guillen (1921). Según este proyecto, la nueva unidad monetaria de Honduras sería el peso oro “igual al dollar de Estados Unidos de América, de 1,671812 gramos (25.8 granos) de oro de 900 milésimos de fino”. Guillen (1921: 7). Pero este intento se hizo efectivo hasta 1931 cuando comenzó a circular la Lempira, moneda creada en la ley No 102 del 3 de abril de 1926 (Vinelli 1950-1951: 422).

13 Para quienes apoyaron la adopción del patrón oro, esa importación representó un peligro pues temían que con ella se restructuraría de nuevo el patrón plata en el país. No sorprende, por lo tanto, que en el proyecto de ley del secretario Guillen se prohibiera dicha importación, la cual, sería castigada mediante la Ley de Contrabando y Defraudaciones Fiscales. Guillen (1921: 8).

14 En 1919 estalló un conflicto armado conocido como la “revolución de 1919”. A ello se sumó la intervención militar de Estados Unidos en el puerto de Amapala (océano Pacífico) y una pugna electoral entre las principales empresas bananeras (United Fruit Co y Cuyamel Fruit Co) alrededor de la figura del entonces candidato presidencial, Tiburcio Carías Andino. Barahona (1989: 145-171); García (1997: 106-107).

15 Euraque (1996) y García (1997) demostraron que el enclave sí interactuó y negoció con distintos agentes regionales de la Costa Norte y de la clase política del país, mientras que Soluri (2005) se alejó de la idea del rol pasivo de esos agentes ante el supuesto poder hegemónico del “enclave”, al examinar las interacciones cotidianas entre compañías, trabajadores, plagas agrícolas, científicos y consumidores.

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Fuentes: Véase “Fuentes”: (HD-CP) y (G4).

* Estos porcentajes se tomaron de las fuentes HD-CP. Los porcentajes subrayados fueron estimaciones propias (promedio simple de tres o cinco años previos). En las importaciones, ante la falta de información para el periodo 1881-1887, se usó para todos estos años el mismo porcentaje de 1880.

** Estas series son las de las fuentes G4.

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Figure 0

GRÁFICO 1 PORCENTAJES DE DISCREPANCIA ENTRE LOS VALORES DE LOS INTERCAMBIOS CON G4 SEGÚN FUENTES HD-CP Y FUENTES G4, 1880–1930 Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

Figure 1

GRÁFICO 2 COMPARABILIDAD DE SERIES HD-CP Y G4 DE IMPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes: (HD-CP) y (G4).

Figure 2

GRÁFICO 3 COMPARABILIDAD DE SERIES HD-CP Y G4 DE EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4).

Figure 3

GRÁFICO 4 BALANZA COMERCIAL SEGÚN FUENTES HD-CP, 1919–1930 (VALORES EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP).

Figure 4

TABLA 1 TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DE CADA SERIE NUEVA (IMPORTACIONES)

Figure 5

GRÁFICO 5 NUEVAS SERIES DE VALOR DE IMPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes: (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 163).

Figure 6

GRÁFICO 6 NUEVAS SERIES DE VALOR DE EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES) Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 240).

Figure 7

TABLA 2 TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DE CADA SERIE NUEVA (EXPORTACIONES)

Figure 8

GRÁFICO 7 BALANZA COMERCIAL DE HONDURAS, 1880–1930 Fuentes: Véase Fuentes (HD-CP y G4); Notten (2012, p. 285).

Figure 9

CUADRO A.1 TIPOS DE CAMBIO (DÓLARES CORRIENTES)

Figure 10

CUADRO A.2 EXPORTACIONES TOTALES HONDUREÑAS, 1880-1930 (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES)

Figure 11

CUADRO A.3 NUEVAS SERIES DEL COMERCIO EXTERIOR DE MERCANCÍAS DE HONDURAS, 1880-1930 (VALORES F.O.B EN DÓLARES CORRIENTES)

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Díaz supplementary material

Cuadro A.1 and Cuadro A.2

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