1. INTRODUCCIÓN
El Tratado de Economía Política o exposición sencilla de cómo se forman, se distribuyen y se consumen las Riquezas de Jean Baptiste Say es el manual de Economía con mayor número de traducciones en lengua española del siglo XIX. En la primera mitad de dicho siglo fue, además, el texto más utilizado en las cátedras de Economía Política y ejerció una notable influencia en los debates parlamentarios y en la enseñanza de esta materia en España, calificándose estos años como la era de Say Footnote 1 .
Quizás debido a este notable éxito y a las diferentes ediciones y traducciones realizadas, se percibe una cierta confusión en las numerosas referencias bibliográficas sobre esta obra que conduce a algunos errores y omisiones. En primer lugar, no es conocido el número de traducciones al castellano del Traité d´économie politique (en adelante Traité). Mientras el Manual del Librero Hispanoamericano, de Antonio Palau Dulcet (Reference Cabrillo1968), enumera seis, en el trabajo del profesor Cabrillo (1978) sobre las traducciones de libros de Economía al español en la primera mitad del siglo XIX se relacionan ocho —“cinco impresas en Madrid; dos, en Francia y una en México”—, sin diferenciar entre ediciones y reimpresiones. En segundo lugar, encontramos divergencias en la literatura entre reimpresiones o reediciones. Por ejemplo, el trabajo de la profesora Grice-Hutchinson (1995), dedicado al traductor de la segunda edición francesa, Manuel María Gutiérrez, alude a una reimpresión de la segunda edición en 1817, mientras el artículo de Lluch Martín y Almenar Palau (2000), sobre la Difusión e influencia de los economistas clásicos en España, y el completo trabajo de Castro-Valdivia (2015) sobre la obra de Say y su influencia en la primera mitad del siglo XIX, consideran que se trata de una nueva edición de la segunda traducción. Finalmente, aparecen errores sobre las ediciones publicadas en el extranjero. La segunda edición del Traité en español no fue reimpresa en México en 1814 porque no aparece hasta 1816, por lo tanto, se trata de una reimpresión de la primera traducción de 1804 (Palau Dulcet, Reference Cabrillo1968) y la edición de París de 1836 no era exactamente la traducción de Sánchez Rivera de 1821, dado que esta última se hizo sobre la cuarta edición francesa y la editada en París fue una traducción de la quinta edición francesa (Grice-Hutchinson, 1995; Potier, Reference Castro-Valdivia2006).
Este trabajo pretende aclarar tanto la reiterada confusión sobre las diferentes ediciones en español del Traité, obras que fueron muy diferentes e interesantes en su impresión, como las dudas sobre sus traductores que, en algunos casos, se veían obligados a ocultar su identidad por los obstáculos a la libertad de prensa. Para ello, analizamos de manera exhaustiva las características de las diferentes ediciones de las traducciones del Traité al españolFootnote 2 . Concluimos, en primer lugar, que el Traité de J.-B. Say ha sido traducido seis veces al español y de estas traducciones se han realizado un total de ocho ediciones y tres reimpresiones. De las ediciones españolas publicadas en el siglo XIX, sólo la de 1821 impresa en Madrid (sobre la cuarta francesa) fue fiel a la distribución y al formato del original que traducía. Las ediciones en español se publicaron en cuarto, octavo mayor y octavo menorFootnote 3 , y se distribuyeron los capítulos de los diversos libros en diferentes volúmenes según la edición. Se incluyeron, además, advertencias del traductor y del editor, así como documentos adicionales que enriquecieron notablemente las ediciones originales francesas. De todas ellas, la edición de 1816-17, traducida por Manuel María Gutiérrez, es la más interesante por el prólogo del traductor y un cuarto volumen que recoge varias obras del autor; la edición más difundida parece ser la quinta, a cargo de Juan Sánchez Rivera, sobre la cuarta francesa; y la mejor traducción de las realizadas en el siglo XIX es, a nuestro juicio, la realizada por José Antonio Ponzoa, es decir la séptima edición. En segundo lugar, encontramos que la obra de Say se traduce en el siglo XIX dentro de dos proyectos editoriales, uno docente y otro político. Por un lado, los traductores, vinculados la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (en adelante RSEM), que tuvieron por objeto traer la obra de Say a España para fundamentar la institucionalización de la enseñanza de la ciencia económica: José María Queipo de Llano, Manuel María Gutiérrez y José Antonio Ponzoa. Por otro lado, los exiliados que aprovecharon la ventana abierta por el trienio liberal para introducir en Españas nuevas ideas al servicio de los legisladores y de los estudiantes, entre ellas las procedentes de Say —también de Gaetano Filangieri y Cesare Beccaria—, que son Juan Sánchez Rivera y Antonio Sánchez de Bustamante.
2. SEIS EDICIONES FRANCESAS DE DOS OBRAS DIFERENTES
Como es sabido, Jean-Baptiste Say publicó cinco ediciones del Traité en lengua francesa (1803, 1814, 1817, 1819 y 1826). En 1841, su hijo Horace preparó una nueva edición como parte de las obras completas que se publicaron tras la muerte de su padre en 1832 y aún aparecieron dos reimpresiones de esta edición denominadas séptima y octava.
La primera edición francesa fue publicada en dos volúmenes en 1803. A la vuelta de su exilio y de su experiencia como empresario, J.-B. Say publicó la segunda edición en 1814 en dos volúmenes con tan formidables modificaciones en organización y contenido que ha sido considerada por la literatura como una obra distinta (Steiner, Reference Lluch MartÍn and Almenar Paiau1998). La estructura del Traité queda prácticamente fijada a partir de esta segunda edición, en la que Say redujo los cinco libros en los que dividió la primera edición a los tres libros que después mantuvo en las restantes ediciones. Los libros se dedicaron A la Producción de la Riqueza (libro I), A la Distribución de la Riqueza (libro II) y Al Consumo de la Riqueza (libro III)Footnote 4 . Las cuestiones relativas al valor, los precios, el dinero o la población pasaron a ser tratados en los dos primeros libros, aunque, cuando publicó el Cours complete d´Economie Politique entre 1828 (los tres primeros volúmenes) y 1829 (los tres tomos restantes), todos estos temas merecerían libros aparte, como había hecho en la primera edición del Traité Footnote 5 . Estos libros vinieron siempre precedidos de un discurso preliminar y a partir de la segunda edición se añadió una tabla para indicar el curso de los valores en los empréstitos públicos (por lo general en una hoja apaisada desplegable), un índice de distinta naturaleza que modificó según las ediciones y un Epítome sobre Los Principios fundamentales de la Economía Política que, a su vez, se estructura en una advertencia del autor, un orden metódico y un orden alfabético del Epítome.
Tanto en la primera, la quinta y la sexta edición del Traité, la que prepara su hijo Horace, aparece al final de la obra una tabla analítica alfabética por términos y páginas a modo de glosario (denominaremos en adelante glosario a este índice alfabético de materias con la referencia a la página en la que aparece cada término), mientras en las ediciones segunda, tercera y cuarta se sustituye esta tabla por un índice analítico por capítulos, explicando en cada capítulo, de forma prolija, los diferentes temas que se tratan en él (denominaremos en adelante índice de materias por capítulos a esta manera de referenciar los contenidos).
Las ediciones en francés fueron impresas en dos volúmenes en cuarto, con la excepción de la quinta, que se publicó originariamente en tres volúmenes en octavo y la sexta que se publicó en un único volumen. En la primera edición francesa, el primer volumen comprendía el discurso preliminar, el libro I sobre la producción y doce capítulos del libro II dedicado a la moneda. En el segundo volumen se incluyeron los últimos cinco capítulos del libro II, el libro III sobre el valor de las cosas, el cuarto sobre los ingresos y el quinto sobre el consumo, además de una tabla analítica explicativa de materias en orden alfabético, como se ha comentado. En la segunda, la tercera y la cuarta edición, el discurso preliminar y el libro I constituían el contenido del volumen primero y los libros II y III, junto al Epítome y el índice de materias por capítulos integran el segundo volumen. La quinta edición en francés se publicó en tres tomos en octavo, comprendiendo el primer volumen el discurso preliminar y los primeros veinte capítulos del libro I, en el volumen segundo se incluyeron los once capítulos restantes del libro I y el libro II y finalmente en el volumen tercero, el libro III, el Epítome y el glosario. La sexta edición siguió naturalmente esta estructura, pero se imprimió en un solo volumen como se ha dicho, primero en las obras completas de Say y posteriormente en diversas ediciones.
3. LA PRIMERA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA
La primera edición en español apareció un año después de que se publicara la primera edición francesa. Se divide en tres volúmenes que se publicaron en 1804, 1805 y 1807 respectivamente en Madrid, pero los dos primeros los imprimió la Oficina de Pedro María Caballero, mientras el tercero fue impreso por Gómez de Fuentenebro y CompañíaFootnote 6 .
Se publicó en una edición en octavo y el traductor quedaba en el anonimato oculto bajo unos puntos suspensivos: “y traducido al castellano por ………”. Ignoramos las razones de esta ocultación, que se da en los tres volúmenes de la obra y en un prólogo de 28 páginas. Por el círculo de autores de la RSEM, concretamente José Antonio Ponzoa y Manuel María Gutiérrez, sabemos que el traductor fue José Queipo de Llano. El problema es que no se detalla si fue José Marcelino Queipo de Llano, VI conde de Toreno (1757-1808), o su hijo José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia (1786-1843), futuro VII conde de Toreno, Ministro de Hacienda en 1834 y durante tres meses presidente del Gobierno. La juventud del futuro ministro en la fecha de publicación del Traité en español, dieciocho años, señalan al padre como autor de la traducción. Sin embargo, la biografía de ambos nos hace pensar que el traductor fue el hijo. No conocemos mucho sobre la vida de Marcelino Queipo de Llano, pero sabemos que, a la vista de su poco nutrida biblioteca, no tenía un especial interés en las cuestiones económicas y políticas (Varela-Suances, Reference Martín Rodríguez2005, p. 37), y tampoco era miembro de la RSEM, características del traductor mencionada por Manuel María Gutiérrez. Más argumentos señalan como traductor de Say al hijo, José María, quien se traslada a Madrid con cuatro añosFootnote 7 . Allí su formación corre a cargo de preceptores liberales que le introducen en la lectura de los principales autores ilustrados (Rousseau, Voltaire, Hume o Diderot) y que le proporcionan “una educación mucho más completa y mejor dirigida que la que entonces solía darse […] y llegó a saber bien, y alguna de ellas con suma perfección, las lenguas francesas, inglesas e italianas” (Cueto, 1872, pp. VI-VII). Cuando la familia vuelve a Asturias en 1803, José María prefiere quedarse en Madrid hasta 1808 para continuar su formación. A pesar de su juventud, frecuenta la compañía de Agustín Argüelles y Ramón Gil de la Cuadra, así como probablemente la tertulia de Manuel Quintana (Varela-Suances, Reference Martín Rodríguez2005, p. 37). Su presencia en Madrid en los años de aparición de la traducción de Say, la formación liberal, su conocimiento de la lengua francesa y los círculos que frecuenta nos hacen suponer que este joven, precoz en no pocas ocasiones —por ejemplo, fue el diputado más joven de las Cortes de Cádiz—, realiza la primera traducción del Traité Footnote 8 .
El primer volumen, de esta primera edición, contiene, después del prólogo del anónimo traductor, el discurso preliminar en 60 páginas y los 36 primeros capítulos del libro I dedicado a la Producción, hasta complementar las 380 páginas de que consta, más un índice, no numerado, de los capítulos de este tomo y una página de erratas. El segundo volumen se inicia con los capítulos 37 a 47 del libro I, más los 17 capítulos del libro II dedicado a la Moneda y los 9 capítulos de libro III dedicado al Valor de las Cosas. Son en total 449 páginas a las que hay que añadir el índice sin numerar y tres páginas más de erratas. Finalmente, el volumen tercero apareció en 1807 con los libros IV y V. El primero de ellos comprendiendo los 19 capítulos sobre las rentas y el quinto libro, que contiene 20 capítulos dedicados al consumo. A ellos sigue el índice de este tercer tomo, esta vez numerado, y una página de erratas sin numerar. Así pues, son 444 páginas más la página de erratas. En esta primera edición no se incluyó aún el Epítome, que apareció en la segunda edición francesa, ni tampoco el Glosario que sí se incluía en el original en francés y ni tan siquiera un índice de toda la obra, en la medida que cada volumen incluía el índice exclusivamente de su propio contenido.
3.1. La edición de México
En 1814, la primera traducción al español del Traité, sobre la primera edición francesa, volvió a editarse en México, también en tres volúmenes, pero con planchas de impresión diferentes y corrigiendo algunas erratas de la primera edición.
Aparece en el primer volumen, la portada similar a la primera edición de Madrid, salvo que en el pie de imprenta se especifica: “MEXICO. Reimpreso en casa de D. José María de Benavente, año de 1814”. Igualmente queda oculto el nombre del traductor al español. A continuación, aparece el prólogo del traductor, que ocupa 20 páginas en arábigos a diferencia de la primera edición en la que el prólogo se extiende a lo largo de 28 páginas en romanos, debido al mayor formato de la edición mexicana en la que cada página del prólogo del Traductor contiene 27 líneas mientras en la de Madrid son 20 las líneas por página y, posteriormente, en la impresión de los capítulos serán 31 líneas por página en la edición mexicana y 28 en la de Madrid, al disminuir en ambas ediciones el tamaño de la letra, diferenciando así el prólogo del resto de la obra.
En la página 21 se inicia el discurso preliminar del autor que se extiende hasta la página 70 de este primer volumen iniciándose el libro I a continuación con cabeceras o frisos diferentes a la edición de Madrid. Los capítulos se suceden, pero mientras en la edición de Madrid se inician siempre al principio de la página impar, en la edición de México se inician al terminar el capítulo anterior tras un espaciado. Este tomo primero se extiende, como la edición de Madrid, hasta el capítulo 36 del primer libro, a lo largo de 361 páginas incluyendo el prólogo del traductor. Tras estas páginas sigue el “índice de los capítulos de este primer tomo” y no hay Erratas finales que, curiosamente, no se han corregido en esta edición mexicana.
El volumen segundo señala en el pie de imprenta que esta “reimpreso” también en 1814 y tampoco aparece el nombre del traductor. Este volumen se inicia en el capítulo 37 del libro I dedicado a la Producción y, esta parte, se extiende a lo largo de 276 páginas hasta finalizar los nueve capítulos del libro III sobre el Valor de las Cosas. El tomo, que ocupa 449 páginas, se cierra con el índice de los capítulos de este segundo volumen y vuelve a omitirse la relación de erratas de este volumen que aparecen en la edición de Madrid en las últimas páginas y que tampoco se corrigen en la edición mexicana.
El tercer volumen, se imprime un año más tarde, en 1815, iniciándose en el libro IV sobre la Renta y extendiéndose a lo largo de 307 páginas hasta el final del Traité. Hay una advertencia sobre el foliage del primer tomo y después aparece el índice de este tomo esta vez numerado entre las páginas 309 y 312. No aparece la relación de erratas de la edición de Madrid, pero en este tercer volumen se han corregido. Tampoco se incluyó el Glosario alfabético de términos que incluía la edición francesa, pero no la edición de Madrid como hemos dichoFootnote 9 .
En definitiva, la edición mexicana, impresa en los años de la independencia mexicana, fue realizada con diferente soporte de edición a la impresa en Madrid y, por ello, no cabe hablar de reimpresión, si bien fue una edición llevada a cabo sobre la misma traducción de la primera edición española y en un formato mayor, lo que permitió imprimirla en un menor número de páginas, pero manteniendo la misma distribución de libros y capítulos entre volúmenes.
4. LA TRADUCCIÓN DE MANUEL MARÍA GUTIÉRREZ
La tercera edición en español fue quizás la más completa y característica. La segunda edición en francés se publicó en 1814 y, a pesar de su gran tirada, se agotó muy rápidamente, por lo que casi de inmediato, en 1817, se imprimió la tercera edición, que no llegó a traducirse nunca al españolFootnote 10 . Dos años después de aparecer esta segunda edición francesa y por tanto un año antes de que se publicara la tercera francesa, apareció su traducción al español, en cuatro volúmenes en octavo menor.
Hemos referido que Say prácticamente realizó un libro nuevo al sacar la segunda edición. Al margen del Epítome y del Índice Analítico (índice de materias por capítulos) que sustituía la Tabla Analítica (Glosario) que completaba la primera edición francesa, dividió el contenido en tres libros en lugar de los cinco de la primera edición y redujo el número de capítulos de los 112 de la primera edición a los 42 de la segundaFootnote 11 . De esta forma, las 1.281 páginas de la primera traducción se redujeron a 1.085 páginas en los primeros tres libros de la segunda traducción, también en octavo menor y con similar tipología de impresión.
Como se ha indicado, esta segunda traducción al español fue realizada por Manuel María Gutiérrez, Catedrático de Economía Política de Málaga, y por Manuel Antonio Rodríguez, oficial del Departamento de Fomento general del Reino y Balanza del comercioFootnote 12 . Se editó en cuatro volúmenes en octavo. Los tres primeros aparecieron en 1816 en Madrid, impresos por la Imprenta de Collado. El cuarto apareció en 1817 con otras obras de Say, incluyéndose en este volumen el Epítome (1816), La Cartilla de Economía Política (1816) y De la Inglaterra y de los ingleses (1817).
El primer volumen, impreso en la Imprenta de Collado y aparecido en 1816, contiene 140 páginas numeradas en romano, en las cuales aparece el prólogo de los traductores (Manuel María Gutiérrez y Manuel Antonio Rodríguez) y entre las páginas 67 a 140 en romanos, el discurso preliminar de SayFootnote 13 . A estas páginas siguen 307 páginas más en las que se incluyen los primeros 17 capítulos del libro I, dedicado a la Producción de la Riqueza y un índice del contenido de este primer volumen denominado “Tabla de Artículos”. El segundo volumen, también impreso en la Imprenta de Collado, contiene los capítulos restantes del libro I (capítulos del 18 al 22), así como los 11 capítulos del libro II dedicado a la Distribución de la Riqueza y la “Tabla de los Artículos” que referencia los capítulos contenidos en este volumen, a lo largo de sus 438 páginas. En el tercer volumen de 340 páginas, impreso en la misma imprenta, se incluyen los 9 capítulos del libro III, una tabla desplegable sobre el “Estado que demuestra el curso de los valores en los empréstitos públicos” y la referida Tabla Analítica de Materias por capítulos, tal y como se incluyó en esta segunda edición francesa, de 73 páginas (páginas 265 a 338) en la cual se detalla el contenido de todos los capítulos de la obra a modo de resúmenes del contenido y conclusiones. En las últimas dos páginas se incluye la correspondiente “Tabla de los Artículos” de este tercer volumenFootnote 14 . El cuarto volumen de esta segunda traducción es muy singular pues comprende tres obras diferentes con numeración independiente y diferentes imprentas, traductores y años de edición, las dos primeras en 1816 y la tercera en 1817. Así, la primera de las obras que se incluye es el “Epítome”, impreso por la Imprenta de Collado de Madrid en 1816 (el número del año en arábigo a diferencias de los tres volúmenes anteriores que estaba en romanos) y traducido por Manuel Antonio Rodríguez y Manuel María Gutiérrez (que aparecen en diferente orden de prelación de como lo hicieron en los tres volúmenes anteriores). En las 16 primeras páginas en romanos de esta primera parte, aparece una Advertencia de los Traductores, la Advertencia del Autor y el Orden para leer metódicamente este Epítome. En las 83 páginas siguientes numeradas en arábigo, aparece el Epítome de los principios fundamentales de la Economía Política colocados alfabéticamente bajo cada una de las expresiones a que pertenece. Comentan los traductores que iniciaron la publicación del Epítome para que “los lectores se familiaricen con el lenguage que ha creado el autor y que constantemente usa de ella, para que de este modo puedan entenderla después y aprovecharse de su estudio” (Say 1814: IV)Footnote 15 . La segunda parte, de este cuarto volumen, contiene la Cartilla de Economía Política o instrucción familiar, que manifiesta cómo se producen, distribuyen y consumen las riquezas. Obra fundada en hechos, y útil a toda clase de personas, cuyo título fue traducido, en las sucesivas ediciones, como “Cartilla”, “Principios” o “Catecismo”Footnote 16 . La Cartilla, incluye 16 páginas en romanos con un prólogo del traductor, una Advertencia del Autor y una Tabla de los Capítulos con la numeración de los 25 capítulos de los que consta la obra a lo largo de 200 páginas, de las que las siete últimas forman un “índice de las voces técnicas de la Economía Política”. En la tercera parte de este cuarto volumen, se incluye la obra De la Inglaterra y de los Ingleses, obra publicada por Say en 1815 y cuya única traducción al español que se hizo apareció en este cuarto volumen, impreso en 1817 por la Imprenta de Collado. Tras dos páginas con una Advertencia del traductor, del que sabemos sus iniciales D.P.M.O. y que posiblemente corresponda a Pedro María de Olive (Menudo, 2015)Footnote 17 , siguen 83 páginas con este opúsculoFootnote 18 .
Todo ello nos hace preguntarnos por qué se elabora esta edición en cuatro volúmenes encuadernados, de manera homogénea, y numerados en el lomo del 1 al 4, cuando la traducción del Traité se editaba exclusivamente en los tres primeros volúmenes. El anuncio de suscripción al Tratado de economía política, publicado en la Gaceta de Madrid el 30 de julio de 1816, nos aclara algo sobre este particular proyecto editorial.
La obra [Tratado de economía política] constará de tres tomos en 8 prolongado de buena letra y papel; pudiendo asegurar al público que toda ella se dará á la mayor brevedad posible, y que muy pronto se publicará también con notas del traductor muy interesantes y oportunas la Cartilla de economía política que acaba de dar á luz el mismo Say, […] Los que quieran subscribirse podrán acudir á recoger el Epitome de los principios fundamentales, que ya está impreso, á la librería de Sojo, calle de las Carretas , pagando por él 5 rs. y adelantando 15 por el tomo I°. de la obra y 8 por el de la Cartilla, la qual se venderá también suelta.
El Epítome y la Cartilla habían aparecido de forma separada antes que el Tratado. Pero en la primavera de 1817, el propio Say manda a Gutiérrez una copia de De l’Angleterre et des Anglais (1815). Esta nueva obra, seguramente, animó a los editores a incorporar un cuarto volumen que ofreciera a los lectores “las obras completas” de Say. Indudablemente, la vinculación de los actores involucrados en las traducciones —Manuel Antonio Rodríguez, Manuel María Gutiérrez, Pedro María de Olive y Agustín Pascual— con la RSMA facilitaba la aparición del cuarto volumen. Este cuarto volumen se convierte, sin embargo, en una anécdota y causa de algunas confusiones, dado que parece que se pudo comprar en tres o en cuatro volúmenes y, además, porque las necesidades docentes debieron incentivar la reimpresión del Tratado un año después, ya únicamente en tres volúmenes, lo que constituyó la primera reimpresión del Traité. Esta primera reimpresión sólo difiere de la tercera edición en el año de edición de la portada de todos los volúmenes, 1817 en lugar de 1816, pero fue impresa con las mismas planchas. Seguramente esta es la explicación de la confusión que las referencias a esta edición han originado, tanto en el año de la edición, 1816 o 1817, como en el número de volúmenes (tres o cuatro). Este volumen conjunto se suma a las evidencias que han permitido sostener que la difusión de la obra de Say en España era un proyecto docente de la RSEMFootnote 19 .
5. LA TERCERA EDICIÓN FRANCESA QUE NUNCA SE TRADUJO
Como hemos dicho, Say publicó la tercera edición del Traité en 1817 y dos años después la cuarta. No hubo grandes cambios entre la segunda y la tercera edición, pero sí los introdujo en la cuarta, como advierte el autor en un extenso párrafo sobre las modificaciones de “esta cuarta edición”. Quizás por esta razón, la tercera edición francesa no se tradujo. Sin embargo, es posible aventurar otra razón o al menos hay que considerar una hipótesis interesante si comparamos los Discursos Preliminares que Say incluyó al principio de todas las ediciones.
A partir de esta tercera edición, Say hace una alusión al pensamiento económico en España cuyo primer párrafo mantuvo en las restantes ediciones, así como una nota aclaratoria sobre el origen de su conocimiento sobre las obras de los economistas españoles.
En España, Alvarez Osorio y Martínez de la Mata escribieron discursos económicos, cuya publicación fue obra del patriotismo ilustrado de Campomanes. Moncada, Navarrete, Uztariz, Ward, y Ulloa trabajaron sobre el mismo asunto. Estos escritores estimables tuvieron como los de Italia, pensamientos sólidos, comprobaron hechos importantes, presentaron cálculos hechos con delicadeza; pero no habiendo podido apoyarse en los principios fundamentales de la ciencia, que no eran todavía conocidos, se equivocaron muchas veces en el fin y en los medios, y entre muchas inutilidades dieron una luz incierta y engañosa.
Y en la nota al pie aclara:
No pudiendo juzgar por mí mismo del mérito de todos estos escritores, porque no se han traducido las obras de algunos, me ha sido preciso referirme a lo que dice de ellos un traductor español de mi Tratado, D. Josef Queipo, hombre distinguido por sus luces no menos que por su patriotismo, y del cual son las expresiones que he copiado aquí. (Say, [1817b], I, pp. XCIII).
Efectivamente, en el prólogo del traductor de la primera edición en español, Queipo de Llano hace alusión a estos autores. Esta primera edición debió llegar a Say, entre la publicación de la segunda y tercera edición. Pero únicamente en esta tercera edición francesa hay un párrafo y una nota al pie, que Say eliminó en las ediciones posteriores, en los que criticaba abiertamente la política colonial española.
En adelante la nación española dará pasos adelante en Economía política. Las cátedras para la enseñanza de esta ciencia, siguiendo los principios más recientes, se han establecido en todas las universidades de España, y la cámara de comercio de Barcelona estableció una con sus propios fondos. Cuando los jóvenes, que ahora son alumnos, se distribuyan entre todas las clases de la sociedad y ocupen los principales puestos de la Administración, las actuaciones políticas serán muy diferentes de todo lo que vimos hasta ahora. Entonces renunciaremos a estas medidas tan crueles para la humanidad, y tan contrarias a los verdaderos intereses de gobiernos y de las naciones.
Y en nota al pie apostilla:
Por ejemplo, a los esfuerzos que se hace para recuperar las colonias, cuya independencia todo el mundo debería desear. Fundamentalmente, son los prejuicios de individuos los que sostienen los prejuicios de los gobiernos. (Say, Reference Grice-Hutchinson1817, I, pp. XXXV. Traducción propia)Footnote 20 .
Como se ha dicho, este párrafo y su nota a pie de página desapareció de todas las ediciones francesas posteriores, por lo que no cabe hablar de censura en las ediciones españolas. Al margen de esta hipótesis, las cartas de Manuel María Gutiérrez a Say nos permiten conocer que Gutiérrez estaba trabajando en la traducción de la tercera edición, que como hemos comentado nunca se editó.
6. EL PROYECTO DE JUAN SÁNCHEZ RIVERA
En 1821, dos años después de la publicación de la cuarta edición francesa, apareció la tercera traducción española, realizada por Juan Sánchez Rivera, en dos ediciones diferentes —una en Burdeos y otra en Madrid— y en una reimpresión publicada en Madrid sin detallar al impresor. La edición de Burdeos se reimprime exactamente el mismo año en Madrid, con la particularidad de no detallar en ninguna de las cuatro portadas el impresor y la anécdota de que no se encuentra ejemplar alguno de esta reimpresión en las bibliotecas de las universidades españolas consultadas, pero si en varias de las universidades iberoamericanasFootnote 21 .
La dedicatoria del traductor se repite en ambas ediciones. Va dirigida “Al Congreso Nacional de las Españas”, haciendo referencia a la dedicatoria que hizo Say al zar ruso Alejandro I en la segunda edición, (que se incluye sólo en la edición de Madrid, no en la de Burdeos, ni en su reimpresión de Madrid). El traductor agradece al Augusto Congreso de las Españas, “por la sabia y generosa resolución con que se ha servido echar un velo sobre los tristes acontecimientos que obligaron a millares de familias españolas a buscar un asilo en la patria de Say”, firmando esta dedicatoria en Alcalá de Henares el 25 de septiembre de 1820. Sin embargo, las portadas de ambas ediciones son distintas. En la edición de Burdeos, la obra aparece escrita “por Juan Bautista Say”, mientras que en la de Madrid se añaden al nombre del autor que es “Caballero de la Orden de S. Wolodimiro, miembro de la Academia imperial de ciencias de San-Petersburgo, de la Real Academia de Ciencias de Nápoles, de las Sociedades económicas de Madrid y Ávila, de la de Zurich”, así como Profesor de Economía política en el Ateneo de París. Existe también una diferencia en cómo se titula cada edición que se traduce. En la edición de Burdeos, se dice que es una “nueva traducción” de la “última edición” del Tratado, mientras que en la de Madrid se especifica que es una “nueva traducción” de la “cuarta edición corregida y aumentada”. También hay diferencia en los títulos del traductor, que no se especifican en la edición de Burdeos, mientras que en la edición de Madrid aparece como “Maestro de lengua francesa de los establecimientos militares de Alcalá”. Es interesante apuntar que la edición de Madrid siguió la estructura y el formato de la cuarta edición francesa que apareció en dos volúmenes, mientras la edición de Burdeos se hizo en un formato más pequeño y en cuatro volúmenesFootnote 22 . De cualquier manera, el contenido de ambas ediciones es similar.
La edición de Burdeos en un formato en octavo, precisa en el pie de imprenta el lugar de edición y que se realiza en la imprenta de Lavalle Jóven, sita en el Paseo de Tourny, n° 20 y el año de edición, 1821. Las primeras páginas, en romanos, incluyen la dedicatoria del traductor ya referida, un prólogo del traductor de cuatro páginas, la advertencia de Say que precede a la tercera edición y una nota breve explicativa de los cambios que ha realizado a la cuarta edición (páginas xj a xvj). A continuación, se incluye el prólogo que hizo Manuel María Gutiérrez a la segunda edición francesa y el discurso preliminar del autor extendiéndose estos contenidos hasta la página clxxxjFootnote 23 . Incluyendo en la página cxjx una amplia nota del editor sobre los economistas españoles que aparece en ambas ediciones y que apuntilla la referencia de Say a los economistas españoles, citada anteriormente, censurando el traductor abiertamente al autor por la escueta referencia al pensamiento económico español y a las personas que lo apoyaron y contribuyeron a difundirlo, citando especialmente a Juan Sempere Guarinos y José Canga Argüelles. Después, empiezan los capítulos del libro I y curiosamente la paginación sigue en arábigos a partir de la página 183, en vez de partir de la página uno, después del discurso preliminar en romanos, como es usual. Este primer tomo incluye hasta el capítulo 16 del libro I, en 369 páginas a los que sigue el índice de materias por capítulos de este tomo. El volumen segundo, comprende los capítulos restantes del libro I, abarcado 356 páginas incluyendo el índice de materias de estos capítulos (17 a 22). El contenido de estos dos volúmenes se corresponden con el tomo I de la edición francesa y de la edición de Madrid. El volumen tercero comprende el segundo libro del Traité y los 6 primeros capítulos del libro III a lo largo de 408 páginas incluyendo el índice de materias por capítulos. Finalmente, el volumen cuarto comprende los últimos tres capítulos del libro III, la Tabla de los empréstitos públicos, el índice de materias de los capítulos incluidos en este tomo, el Epítome y las Cartas a Malthus, a lo largo de 384 páginas, sin lista alguna de erratas en la edición. Así pues, la edición de Burdeos imprimió la materia de cada uno de los volúmenes de la cuarta edición francesa dividiendo cada uno de ellos, editados en octavo mayor, en dos volúmenes en octavo menor.
En cuanto a la edición de Madrid, al igual que la francesa que traducía, fue publicada en dos volúmenes en octavo mayor, si bien cada uno de los tomos de esta tercera traducción se publicó en diferentes imprentas. El primero en la Imprenta de D. Fermín de Villalpando y el tomo segundo en la Imprenta de Don Francisco Martínez Dávila. La fuente de los caracteres tipográficos utilizados cambia ligeramente de tamaño entre un tomo y otro, así como el espaciado interlineal. En cuanto a la estructura de esta edición, dos páginas siguen a modo de prólogo del traductor y a ellas siguen cuatro páginas de la citada “Advertencia que precede a la tercera edición”, tal y como la realizó Say para esta cuarta edición francesa. A continuación, se incluye el prólogo “Que puso D. Manuel María Gutiérrez, catedrático de Economía política y de comercio en la ciudad de Málaga, a su traducción, impresa y publicada en Madrid el año de 1817”. A este prólogo, curiosamente, sigue en la traducción española la dedicatoria que Say hizo en la segunda edición a Alejandro I, que no aparece en la cuarta edición francesa, ni en la edición de Burdeos, y después el discurso preliminar del Autor que alarga la primera parte de este volumen hasta las 138 páginas en romanos. A continuación, se editan los 22 capítulos del libro I del Traité a los que sigue la “Tabla Analítica de los Capítulos y de las Principales Materias” (que nosotros hemos denominado índice de materias por capítulos). Suman en total esta segunda parte del volumen primero, 329 páginas, más dos páginas sin numerar de erratas. El volumen segundo se extiende a lo largo de 480 más dos páginas de erratas. En él se incluyen los 10 capítulos del libro II y los 9 del libro III, además de la Tabla desplegable del orden de los empréstitos y del índice de materias por capítulos incluidos en este segundo volumen. A continuación, se edita el Epítome, páginas 329 a 395, y a diferencia de la edición francesa, se incluyen las Cartas a Malthus, que se habían traducido en 1820, el mismo año de su publicación y ya fueron publicadas previamente por la Imprenta del Censor (Castro-Valdivia, 2015). En esta traducción de las Cartas, el traductor incluye dos páginas a modo de “Advertencia” resaltando la relevancia de Malthus, que no aparecen en la edición de la Imprenta del Censor en la cual se incluye un prólogo del traductor, aunque no se especifica quién fue. Hemos comprobado que las traducciones son diferentes y por tanto es de suponer que fue Sánchez Rivera también el traductor de las Cartas que se incluye en esta edición.
En ambas ediciones, D. Juan Sánchez Rivera advierte que estamos ante una nueva traducción. Poco sabemos de él a pesar de ser una figura importante en la transmisión de ideas económicas. Quizás el problema sea la firma de sus traducciones de diferentes obras, que aparece como Juan Sánchez Rivera, Juan Sánchez Ribera, Juan Rivera o Juan Ribera. Cada una de las cuatro traducciones que conocemos lleva un nombre distintito: Gramática francesa de Charles-François Lhomond, Ciencia de la legislación de Gaetano Filangieri, Tratado de Economía política de J.-B. Say y Tratado de los delitos y de las penas de Cesare Beccaria. Todos los prólogos de Juan Sánchez Rivera hacen referencia al nuevo tiempo que supone el trienio liberal y a la necesidad de textos de Economía, de Política y de Filología que aporten principios a los legisladores y una nueva formación a los estudiantes. Una hipótesis, a verificar, pudiera sostener que Juan Sánchez Rivera tuvo que exiliarse a Francia por motivos políticos y allí preparó sus traducciones, en el caso de Say inmediatamente después de publicarse en 1819 la cuarta edición francesa y dejando la edición a cargo de la imprenta de Lavalle Jóven de Burdeos. En 1820 regresó a Alcalá de Henares y dejó su traducción en las imprentas de Fermín de Villalpando y de Martínez Dávila para su impresión, apareciendo dos ediciones el mismo año, una en Burdeos y otra en Madrid; si bien la edición de Burdeos tuvo una escasa difusion en España. Más extraño parece que con las mismas planchas de la edición de Burdeos, una desconocida imprenta de Madrid sacara una reimpresión que se vendió en tierras americanas. Tras el regreso de Fernando VII, parece que Sánchez Rivera regresa al exilio porque vuelve a reimprimir la traducción de Filangieri en Burdeos en 1823.
La traducción de Sánchez Rivera, impresa en Madrid en dos tomos, seguramente fue la que tuvo una tirada mayor y se puede consultar en la mayoría de las Bibliotecas universitarias españolas, mientras que la edición de Lavalle de Burdeos en una rareza bibliográfica al igual que su reimpresión en Madrid por imprenta desconocida.
7. DOS TRADUCCIONES DE LA QUINTA EDICIÓN
En 1826, Say publicó la quinta edición del Traité, la que sería la última edición en vida del autor (murió seis años después). Esta edición se realizó en tres volúmenes en octavo menor y tuvo dos reimpresiones al año siguiente en Bruselas que aparecieron como sexta y séptima edición respectivamenteFootnote 24 , si bien son reimpresiones de la quinta edición.
Esta edición empieza directamente con el discurso preliminar del autor y, en ella, se introducen algunos cambios. En esta quinta edición, el libro I pasa de 22 a 30 capítulos, dando forma de capítulos a lo que antes eran secciones en las ediciones anteriores. El libro II mantiene los 11 capítulos que tenía desde la segunda edición y el libro tercero pasa de 9 a 11 capítulos. En cuanto a la distribución del contenido de la edición francesa, el volumen primero contiene el Discurso y los 20 primeros capítulos del libro I, el volumen segundo los restantes capítulos del libro I y el libro II íntegramente y en el volumen tercero, el libro III con su tabla desplegable, el Epítome y, en esta edición, Say sustituye la Tabla Analítica de los Capítulos y las Principales Materias, por un índice alfabético por materia (Glosario en nuestra acepción), que ocupa casi cien páginas. Hay que reseñar que al final de cada volumen aparece un sucinto índice de los capítulos que se incluyen en cada tomo, sin el detalle de materias por capítulos que incluyó en las tres ediciones anteriores. Indudablemente Say estaba ya trabajando en el Cours. Quizás debido a este nuevo proyecto, la quinta edición del Traité, que aparece en 1826, se ve aumentada en el número de capítulos y en cierta medida se inicia en ella la reestructuración formal de su pensamiento que expondrá en la primera edición del Cours y después en la segunda edición, que ya publicaría su hijo Horacio en 1840.
Esta quinta edición francesa del Traité, dio lugar a dos traducciones al español en 1836 y 1838 y a una reimpresión de la primera en 1839.
7.1. La traducción conjunta
La cuarta traducción del Traité fue impresa en París en 1836, cuatro años después de la muerte del autor, en casa de Lecointe y apareció en cuatro volúmenes en octavo y, tres años después, fue reimpresa en Gerona por la Imprenta y Librería de V. Oliva con idéntico formato y que por ello no comentaremos.
Esta edición aparece titulada como “Quinta edición, enteramente refundida, aumentada y precedida de la Vida del Autor”. En las primeras 106 páginas en romanos del volumen primero, se recoge una “Advertencia de esta nueva traducción y edición” por parte del editor, un apunte biográfico de Say escrito por Carlos Comte, yerno de Say, con el título de “Noticia histórica de la vida y escrito de J.B.Say” y el prólogo de Manuel María Gutiérrez de la segunda edición, que vuelve a incluirse en esta edición. Es interesante la nota inicial del editor, en la medida que, además de advertir de los cambios de esta edición respecto a las anteriores, se refiere a D. Antonio Sánchez de Bustamante, como la persona responsable de esta ediciónFootnote 25 . Resulta un tanto extraño que Sánchez de Bustamante, advierta en estas páginas que se “ha seguido en un todo el Testo [sic] del traductor de la cuarta edición francesa, D. Juan [Sánchez] Ribera [sic]”. Por los halagos que hace de la traducción de Sánchez Rivera, debieron ser personas muy cercanas para usar su trabajo como base para nuevas ediciones, tanto de la obra de Say como de la obra de FilangieriFootnote 26 . En la Noticia Histórica de Comte, se da cuenta a pie de página de las diferentes traducciones del Traité y entre ellas la realizada por “D. José Queypo, y la otra por los SS. Gutiérrez y Rodríguez”, advirtiendo que “hay otras traducciones que no han llegado al autor de estas noticias”, a lo que el editor añade en otra nota al pie la existencia de la traducción de Sánchez Rivera. En la siguiente página, el editor vuelve a abrir una nueva nota a pie de página aclarando que estuvieron en la duda sobre si traducir el Cours, en lugar de la quinta edición del Traité, pero que pensaron que era un texto excesivamente extenso para la enseñanza (p.xxxj), perdiéndose, quizás en este momento, la mejor ocasión de disponer de una traducción del Cours que, como es sabido, nunca se ha llegado a traducir. Estas obras fueron dos excepciones en su desempeño como traductor del francés al español, porque Antonio Sánchez de Bustamante, formado en medicina en París, realizó sus traducciones en el campo de las ciencias de la salud.
El resto de este primer volumen contiene los 13 primeros capítulos del libro I y un sucinto índice de los capítulos de este primer tomo hasta llegar a las 256 páginas. En el segundo tomo se da fin al libro I con los capítulos 14 a 29, más un índice de este segundo tomo al final de las 365 páginas. El tercer tomo contiene en sus 417 páginas, con un error de numeración en la última página, los 10 capítulos del libro II y los primeros 6 capítulos del libro III, más el índice de los capítulos de este tomo. Y, finalmente, las 480 páginas del volumen cuarto contienen los cinco capítulos restantes del libro III, la Tabla, esta vez no desplegable a diferencia de la edición francesa, el Epítome y, como nos había advertido el editor, el laborioso índice alfabético de materias (Glosario), más el índice de los capítulos de este tomo cuarto. Ni la edición francesa, ni la española, ofrecen un índice completo de los capítulos de toda la obra y se limitan a un índice de cada uno de los tres tomos, en la edición francesa, o de los cuatro tomos, en la edición española.
7.2. La edición de José Antonio Ponzoa
La quinta traducción del Traité fue la mejor de todas porque, entre otras causas, el lenguaje de especialidad requerido por la nueva ciencia estaba mejor definido (Menudo y O’kean, 2005; Hoyos 2015). Otro motivo de la calidad de la edición fue su traductor, José Antonio Ponzoa. Procedente de la Sociedad Económica de Murcia, regenta la cátedra de Economía política y estadística de la RSEM en los años 1821-1823Footnote 27 , pasando a la Universidad central en 1823. Tras quince años de docencia con la obra de Say como referencia, José Antonio Ponzoa decide elaborar una nueva traducción de la quinta edición del Traité que publica en 1838 y la acompaña de unos comentarios críticos que tienen por objeto mejorar la explicación de la ciencia, ampliar el contenido y corregir los defectos teóricos. Parece ser su despedida del mundo académico porque en 1837 ingresó como oficial en la sección de estadística del ministerio de Gobernación. Adscrito al partido moderado, fue diputado por Murcia (1837-1839) y por Alicante (1846-1848) y brevemente, del 9 octubre al 6 de diciembre de 1838, ministro de Marina, Comercio y Gobernación de Ultramar, nombrado por el duque de Frías.
Esta edición será presentada en dos volúmenes en octavo mayor, casi cuarto. Ponzoa incluye un breve prólogo al principio del primer volumen y unos extensos comentarios desde la página 442 hasta la 548 en la que finaliza el segundo volumen. En el primer volumen, tras el prólogo, aparece un índice de los capítulos de este primer tomo y el discurso preliminar de Say que se extiende hasta la página LXXII en romanos. El resto de las 356 páginas siguientes comprenden los 30 capítulos del libro I del Traité. Se ha omitido por tanto el prólogo de Manuel María Gutiérrez, que se había publicado en las tres traducciones anteriores. En el segundo volumen, después de un índice de los capítulos de este tomo, se editan los capítulos de los libros II y III, la tabla desplegable, el Epítome, el glosario alfabético y los siete comentarios.
8. APUNTES FINALES
En el siglo XIX, el Traité d´économie politique de J.-B. Say fue traducido cinco veces al español y de estas traducciones se han realizado un total de siete ediciones y tres reimpresiones. Desde la traducción de Ponzoa en 1839 hasta 2001, no se reimprimió jamás el Tratado de Say en lengua española. Para la última traducción hubo que esperar varias decenas de años y no se lleva a cabo hasta este siglo XXI, sobre la sexta edición francesa del Traité, que realizó Horace Say. Esta edición francesa se realizó, nueve años después de la muerte de su padre, obedeciendo a un proyecto editorial sobre las obras de los grandes economistas franceses, en los que los volúmenes 9, 10 y 11, se corresponden con el Traité, el Cours y obras diversas de Say. Para esta edición, el editor realiza una advertencia inicial a la que sigue el discurso preliminar, los tres libros, el Epítome, una tabla analítica de materias en orden alfabético a modo de Glosario y un índice final de capítulos. Esta sexta edición tuvo numerosas rediciones y reimpresiones en las que se incluyeron en ocasiones la Noticia Biográfica de M. Ambroise Clément, como ocurre en la séptima edición de 1861 editada en París. La traducción de 2001 editada por el Fondo de Cultura Económica en México es una impresión de un solo volumen en cuarto menor de 498 páginas, sin prólogo alguno, sin el Epítome y sin Tabla Analítica alguna, ni glosario de términos, incluyéndose únicamente un índice final de los capítulos de la obra. La traducción ha corrido a cargo de Eliane Cazenave Tapie Isoard. Sin duda, el Tratado merecería una edición disponible en lengua española más completa y mejor terminada y quizás acometer el proyecto de traducir el Cours.
Como resumen final de estas páginas, inicialmente hay que señalar que la primera edición en español del Traité de Say apareció en Madrid entre 1804 y 1807 en tres volúmenes en octavo menor (17×11 cm) y, de ella, se hizo una nueva edición en México que fue publicada en 1814. Esta primera traducción, como es obvio, se hizo a partir de la primera edición francesa. Entre 1816 y 1817, apareció en Madrid la tercera edición en español en cuatro volúmenes en octavo menor a partir de la segunda edición francesa, de la que se reimprimieron un año más tarde los tres primeros volúmenes. En 1821, se publicaron dos ediciones a partir de una misma traducción de la cuarta francesa, dado que la tercera edición francesa no llegó nunca a traducirse. Una primera aparece en Burdeos, en la imprenta de Lavalle Joven, publicada en cuatro volúmenes, que fue reimpresa en Madrid el mismo año, y una segunda edición que se imprime en Madrid en dos volúmenes en octavo mayor, casi cuarto, (21×14,5 cm.). En 1836 se publicó la sexta edición española, sobre la quinta edición francesa aparecida diez años antes, en cuatro volúmenes en octavo menor (17×10,5 cm.), con la particularidad de ser impresa en París y reimpresa en Gerona en 1839. Dos años después, en 1838, apareció la séptima edición del Tratado, impresa en Madrid en dos volúmenes en octavo mayor, casi cuarto (21,5×16 cm), que fue una traducción nueva de la misma quinta edición francesa y seguramente la mejor traducción realizada del Traité. Finalmente, en 2001 ha sido publicada la octava edición en español del Tratado tomando como texto la sexta edición francesa. Una edición impresa en México en un único volumen y aún en el mercado. Esta edición ha sido impresa en cuarto menor (23×13 cm.).
En segundo lugar, el estudio sobre los traductores nos señala que la obra de Say se traduce en el siglo XIX dentro de dos proyectos editoriales. Por un lado, encontramos un grupo de traductores, todos vinculados la RSEM, que mostraron un especial interés por introducir en España la obra completa de Say. Son José María Queipo de Llano, Manuel María Gutiérrez y José Antonio Ponzoa. Por otro lado, aparecen dos traductores que elaboran sus proyectos en el extranjero. Son Juan Sánchez Rivera y Antonio Sánchez de Bustamante. El primero de ellos parece ver en el trienio liberal una posibilidad para publicar en Españas los grandes tratados que circulan por Europa, el Traité de Say entre ellos. Mientras Sánchez Bustamante lo hace desde París, reimprimiéndose su traducción en Gerona.
En tercer lugar, resulta inevitable comparar estas ediciones en español de Traité. La edición de 1816-17, traducida por Manuel María Gutiérrez, es la más interesante por el prólogo del traductor y por el proyecto de recoger varias obras del autor además del Epítome. La más difundida o de mayor tirada parece ser la quinta edición de Sánchez Rivera, sobre la cuarta francesa impresa en Madrid, por el momento de mayor intensidad en el uso docente de la obra de Say. La mejor traducción de las realizadas en el siglo XIX es la de Ponzoa porque el leguaje de especialidad maduró de forma importante en las tres décadas que separan esta séptima edición española de la primera. Y las más pobre y que requeriría una reedición más completa quizás sea la octava de 2001, realizada por el Fondo de Cultura Económica y aún a la venta.
El Traité de Say fue la obra económica de mayor difusión en el siglo XIX y el manual de referencia en los estudios universitarios españoles en la primera mitad de dicho siglo, como lo demuestra la numerosa actividad editorial sobre la misma tal y como hemos referido en estas páginas, así como la ardua labor de traducción y edición de esta obra a la lengua española. Por todo este esfuerzo de difusión, creemos que ha valido la pena el intento de estas páginas de aclarar, esperamos que definitivamente, la confusión bibliográfica existente hasta ahora sobre las ediciones en español de esta obra.
Acknowledgements
Received 19 July 2018; Accepted 24 September 2018.Damos las gracias por los constructivos comentarios realizados en los diferentes escenarios donde este trabajo de investigación ha sido expuesto en sus diferentes versiones, con especial referencia a los evaluadores anónimos de esta revista. Cualquier error cometido es responsabilidad nuestra.